Capítulo 69

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Pasado

Clarke y ella no estaban pasando por uno de sus mejores momentos, muestra de ello era el pequeño cúmulo de acontecimientos no muy agradables que iban destacando cada día un poco más. Porque su convivencia, contando con alguna pequeña pelea por cosas sin importancia, era bastante buena. En cambio, cada día veía y sentía que la situación no estaba siendo igual, que las peleas y los roces eran más continuos, e incluso algunos sin sentido.

Y sabía que gran parte de los problemas venía acarreado por temas de su propio trabajo. Porque sí, reconocía que últimamente se veía más saturada que nunca y con más presión sobre sus hombros, pero es que la oportunidad para conseguir el ascenso que tanto había perseguido estaba demasiado cerca. Y claro que era consciente de que había veces que la cagaba demasiado, como el suceso tan inoportuno en su noche de aniversario, donde por contestar el teléfono unos segundos provocó que la noche se convirtiera en un desastre. Pero es que era su jefe el que tenía que darle el maldito ascenso. Y era su jefe el que la llamaba para comprobar un par de datos. Y dos más dos eran cuatro y en su cabeza era muy simple, pero quizás para Clarke no tanto. Porque sabía que nunca había entendido del todo su entrega día a día, y aunque en un par de ocasiones había pasado por su cabeza dejar el trabajo, su parte más racional pensaba en todos los años que llevaba trabajando para esa empresa y en lo estúpido que sería abandonar el barco.

Pero una cosa no quitaba la otra y también era muy consciente de que Clarke estaba en todo su derecho de enfadarse. No podía recriminarle nada. Nada en absoluto. Bueno quizás si había algo, y ese era el hecho de que su mujer no parecía darse cuenta de que aquello también le afectaba a ella, que el tener que pasar tanto tiempo cubierta de trabajo también le afectaba. Porque ella también quería disfrutar más de su tiempo libre con su familia. Porque ella no tenía el gran lujo de compartir tanto tiempo con las niñas como lo tenía Clarke. Y eso, eso la quemaba bastante. Y no era envidia, ni queja, simplemente sus trabajos eran diferentes, simplemente Clarke era su propia jefa y podía repartirse el trabajo a su antojo, ella por lo contrario tenía que depender de lo que su jefe le ordenase. Tan simple como eso. Tan simple pero a la vez tan diferente de procesar en la mente de cada una de ellas.

-Esto va a quedar genial –susurró orgullosa, terminando de acomodar mejor una pequeña alfombra en el jardín de casa.

Había tenido la idea de que quizás les vendría bien una noche a solas para ellas, para poder desconectar e intentar que todo volviera a su cauce. Porque el hecho de sentir que las cosas no iban del todo bien entre ellas era algo que la consumía por dentro cada día un poquito más.

-Oh mierda –se quejó al recordar que no había metido el vino y la cerveza en la nevera.

Cuando salían de cena Clarke se acomodaba a sus gustos y siempre pedían vino, pero ella conocía a su mujer lo bastante bien para saber que siempre preferiría cerveza. Así que ahora que iban a disfrutar ambas en casa le haría el capricho sin problema, porque lo que más quería era verla sonreír, algo que últimamente veía que no hacia tanto como antes. Y era una tontería sí, pero sabía que a Clarke le gustaría incluso ese pequeño detalle en la elección de la bebida.

Escuchó la puerta de casa en el momento exacto en que cerró la puerta de la nevera, sintiéndose aliviada porque casi la había pillado con las manos en la masa, ya que lo que pretendía era que viera primero el arreglo entre mantas, cojines y velas que había preparado en el jardín. Muy al puro estilo Clarke, sí. Pero a ella le encantaba demasiado y sabía que a su mujer también.

Esperó algo impaciente a que apareciese por la cocina, con una perfecta sonrisa y con la clara idea de lanzarse a sus brazos nada más verla y volver a saborear sus labios.

Arkadia 2 (AU) -Español [Clexa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora