Arkadia 2 (AU) -Español [Clexa]

Capítulo 56

Pasado

La época de navidad, tan esperada por las niñas y aún más por Clarke, por fin había llegado, pero casi lo había hecho de improviso para ella. Y es que últimamente no era muy consciente del tiempo a su alrededor, ella tan sólo se centraba en sus tres amores y en llevar al día el trabajo.

Su rostro fijo que fue de autentica sorpresa cuando una mañana saliendo del coche se encontró con el primer escaparate repleto de adornos navideños. Incluso se aseguró de ello comprobando la fecha en la pantalla del teléfono móvil, por si por algún casual el propietario de dicha tienda había perdido parte de su cordura. Pero no, en absoluto, todo estaba correcto. Y ahora el hecho de que su mujer tararease de vez en cuando villancicos por casa parecía encajarle a la perfección.

Escuchó a Clarke carraspear ligeramente mientras se dirigían a una tienda de juguetes con la clara idea de aprovechar la tarde libre de las dos y así comprar los regalos para las pequeñas, o al menos parte de ellos, porque conociéndose como se conocían...sabía que lo que comprasen esa tarde sería una mínima parte de ellos. Una muy mínima.

-Perdón. ¿Decías? –Preguntó bloqueando la pantalla de su móvil, donde estaba comprobando la fecha exacta de una reunión próxima.

-Decía que si tienes algo en mente para sus regalos –contestó su mujer entrando en el parking de la gran tienda de juguetes. –Me cago en la leche, ¿qué le pasa a la gente? ¿Nos ponemos todos de acuerdo a la vez o qué? –Se quejó al ver como de repleto estaba todo, sin poder ver un aparcamiento libre en un primer vistazo. –¿Por qué no hemos venido antes? –Protestó conduciendo lo más lento posible por si por suerte alguien abandonada su posición para así poder ocuparla ella.

-Te recuerdo que querías venir la semana que viene –contestó ella observando cómo Clarke fruncía más el ceño ante su respuesta.

-Pues deja de hacerme caso en estas cosas –respondió la rubia cada vez más pegada al volante, como si así pudiese conseguir más rápidamente una plaza de aparcamiento.

-Esos fijo que se van –le informó señalando a través del cristal a un joven matrimonio con un par de bolsas. –¿Es necesario? –Preguntó mientras Clarke pisaba el acelerador justo detrás de la pareja, provocando que el ruido del motor se escuchase claramente, dejando así bastante clara su presencia a escasos metros.

-Los estoy intimidando –contestó su mujer bastante concentrada –por si no tenían pensado irse, para que sepan con quién están tratando –bromeó provocando que negase con la cabeza mientras dejaba escapar un suspiro.

Finalmente aparcaron sin tener que intimidar mucho más a la pareja gracias a que el coche lo tenían bastante cerca. Y es que de no ser así, ya estaba temiendo que a Clarke se le ocurriese otra cosa más para llamar la atención de la pareja y que se dieran más prisa. Y es que la paciencia nunca había sido parte de una de sus mejores virtudes.

-Buah, que bien me lo voy a pasar –escuchó la voz de Clarke mientras ella cogía el carrito.

-Compórtate –le advirtió sonriente, sabiendo perfectamente que su mujer podía a llegar a ser más infantil incluso que las pequeñas.

-Yo siempre me comporto –contestó Clarke con rapidez mientras entraban ya por la puerta de la tienda.

-Ese siempre es muy relativo –dijo ella sin apartar la vista del rostro de su mujer, el cual cambió a un gesto totalmente sonriente y con una ligera emoción contenida, posiblemente provocada por el plan que iban a hacer durante toda la tarde.

El paso de los años no había ocultado en nada esa parte suya tan infantil. Esa que ella tanto adoraba, la que le hacía sonreír y amar aun más, si eso era posible, a quien había conquistado su corazón. Porque eso de compartir tu vida con alguien que sepa hacerte sonreír era lo más sensato y acertado que había escuchado jamás.