Capítulo 58

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Estaba feliz de estar en casa de nuevo, desde luego que sí, eso no había dios que se lo pudiera quitar de la cabeza, pero también era cierto que no podía haberse llegado a imaginar que todos los recuerdos y sentimientos hacia su vida con Clarke estuvieran disparándose de tal manera. Porque aunque ella sentía que lo que más quería era volver con su mujer, ahora más que sentir se estaba convirtiendo en una necesidad. Y no era una necesidad normal, era una necesidad de casi para vivir. Porque sí, había echado muchísimo de menos a la rubia, pero ahora que la tenía bajo el mismo techo se daba cuenta de verdad del grado de magnitud del asunto. Porque eso de "no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes" le parecía bastante suave a su "no sabes lo que tienes hasta que lo tienes delante, compartiendo espacio y tiempo, pero sin llegar a tenerlo de verdad".

-Cuidado –le advirtió Clarke mientras ayudada por las muletas se dirigía al baño. –¿Es que no puedes esperar un poco más? –Le preguntó a sus espaldas, intentando disuadirla de su idea a pesar de haberlo intentando ya por activa y por pasiva sin conseguir su objetivo. –No te has movido de la cama, no has sudado ni nada. ¿Qué necesidad tienes? –Intentó justificarse, provocando que ella sonriera.

-Necesito la ducha –contestó sonriente, fijándose en cómo Clarke negaba con el rostro, mostrándolo una vez más su negatividad hacia el asunto.

-Como te hagas daño... –observó cómo miraba atentamente sus movimientos hasta apoyarse en un mueble. –Cuidado que se mueve un poco –le advirtió sintiendo el mueble moverse ligeramente al apoyar un poco su espalda.

-¿Qué le pasa? –Preguntó echándole un vistazo de arriba abajo al mueble.

-No sé. Lincoln dice que puede ser por la humedad o yo que se –contestó Clarke. –No te muevas –le dijo provocando que pusiera una mueca de fastidio ya que poco podía hacer en su situación –vale, lo siento, no iba con segundas ni nada –decía sonriendo. –En serio, no te muevas que no tardo, voy a traer una cosa.

Esperó pacientemente en la misma posición ya que no estaba por la labor de llevarle la contraria, y puesto que Clarke había cedido en ayudarle no iba a ser una cabezota de manual por mucho que se sintiera como una niña pequeña, como una más de sus hijas y Clarke fuese la madre protectora de las tres.

-¿Dónde vas con eso? –Le preguntó al verla llegar con un taburete pequeño de plástico de las niñas.

-Para la bañera –le contestó metiéndolo dentro. –Así puedes sentarte y ducharte tranquilamente sin el riesgo de hacerte daño –dijo sorprendiéndola gratamente. –Bien pensando ¿verdad? –Le preguntó sonriente mientras ella asentía.

Se acercó con cuidado al váter y se sentó, todo supervisado bajo la atenta mirada de Clarke, quien parecía totalmente en alerta por si tenía que intervenir en cualquier momento ante cualquier movimiento en falso.

-¿Me pasas un albornoz? –Le preguntó provocando que Clarke inmediatamente cumpliera la orden casi de forma automática, abriendo el armario y sacándolo para entregárselo. –Voy a quitarme la ropa para ponérmelo –le informó pensando que sería mucho más cómodo así para las dos. Y también pensando en que sus hormonas se lo agradecerían, porque el sólo hecho de pensar que Clarke pudiera tocar su cuerpo desnudo mientras la ayudaba a meterse en la bañera la alteraba por completo.

-Vale, yo...espero fuera. Avísame cuando estés para ayudarte a entrar en la bañera –dijo Clarke antes de salir del baño.

Tal y cómo Clarke le había dicho, y tal y cómo había obedecido anteriormente, en cuanto terminó la avisó, dando lugar a una aparición tremendamente rápida de la rubia, quien nada más volver a entrar le echó un vistazo de arriba abajo tal y cómo lo hacía cuando sospechaba que las niñas habían hecho alguna trastada de las suyas.

Arkadia 2 (AU) -Español [Clexa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora