Arkadia 2 (AU) -Español [Clexa]

Capítulo 88

-¿No podías esperar a mañana? –Preguntó abrazada a la espalda de Lexa, dejando un beso en su cuello mientras esperaban que el ascensor subiera hasta su planta. –Podríamos estar haciendo otra cosa –susurró contra su oído a la vez que acariciaba su vientre, sintiendo cómo la piel de la castaña iba aumentando de temperatura ante cada nueva caricia. –O también podemos hacer algo aquí mientras esperamos –apuntó antes de besar su cuello con suavidad.

Lexa inclinó el cuello hacia un lado, facilitándose así la tarea de seguir explorando esa parte de su piel que tanto había echado de menos. Y la escuchó gemir bajito en cuanto cambió los labios por la lengua, recorriendo un pequeño camino hasta llegar casi a su oreja.

-No –dijo la castaña con rapidez cuando se atrevió a bajar su mano un poco más. –Para –le advirtió sonriente, separándose de ella casi de golpe y apoyándose en una de las paredes del ascensor. –Tienes demasiado peligro –dijo mientras volvía a acercarse a ella, esta vez de frente y colocando las manos a ambos lados de su cintura.

-Ambas sabemos que eso es muy cierto –apuntó sonriente y sintiendo un pequeño escalofrío al ver cómo Lexa se mordía ligeramente el labio inferior mientras sus ojos viajaban hasta sus labios. –Y me encanta el peligro cuando se trata de ti –reconoció antes de capturar sus labios en un beso lento pero totalmente deseado. –Me vuelves loca –susurró –de puto manicomio –afirmó al sentir las manos de Lexa enredarse en su pelo antes de profundizar el beso.

Fue su turno de soltar un leve gemido cuando las manos de Lexa buscaron su cuerpo, sintiendo cómo se colaban bajo su camiseta y subían hacia su pecho. Unos cuantos besos más y sentir cómo Lexa apretaba uno de sus pechos fue lo único necesario para perder un poco más de cordura.

-Maldita sea –gruñó agarrándola por el culo para alzarla y que rodease con las piernas su cintura, estrellando su cuerpo con cuidado contra la pared del ascensor. –Voy a hacer que te corras aquí mismo –apuntó separándose un poco de su rostro, encontrándose puro deseo reflejado en él.

Lexa agarró su rostro y perdió las manos en su nuca, atrayéndola con fuerza hacia su boca y besándola con unas ganas increíbles, tanto que sentía como a cada segundo su cuerpo se revolucionaba más y más, sin poder pensar si quiera en echar el freno. Perdida, completamente perdida y abandonada a la fiesta que estaban disfrutando sus hormonas solamente por la anticipación.

-Vamos no me jodas –se quejó en cuanto el ascensor paró y Lexa paró de besarla de esa forma que la estaba volviendo tremendamente loca. –Un poquito más –pidió poniendo un puchero gracioso en el rostro.

-Tendrás un poquito más, después –contestó Lexa, haciendo que sus ilusiones se desplomasen por completo. Directas al sótano.

-No es justo –se quejó soltándola y viendo cómo la castaña se recolocaba la ropa.

-La vida no es justa –contestó su mujer con una sonrisa juguetona.

-Podríamos haber contratado a alguna empresa de mudanzas o algo así –propuso algo molesta aun por no haber disfrutado un poco más del momento que estaban viviendo en el ascensor.

Lexa ni siquiera le contestó, solamente la vio salir del ascensor, esperándola al otro lado sonriente.

-Ya me encargo yo, tranquila –apuntó cogiendo las dos maletas que habían ido a buscar a casa tras la vuelta a la ciudad.

-Vamos, no me seas tan quejica –le sonrió la castaña mientras se ponía a su altura.

Lexa la agarró por la cinturilla del pantalón y tiró hacia ella, haciendo que sus cuerpos chocasen levemente.