Capítulo 50

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No imaginó en ningún momento que la llamada de Raven le haría recibir una tan desagradable noticia. Hasta sonrió descolgando el teléfono ante la idea de que llamaba para salir a tomar algo o pasarse por casa y charlar mientras tomaban un par de cervezas. Jamás hubiese pasado por su cabeza el sentir aquel pinchazo en el pecho al escuchar las palabras "Eliza" y "hospital" juntas en una misma frase.

-¿Dónde está? –Preguntó nerviosa nada más ver a Raven en la puerta de urgencias con el móvil en la mano.

-Lexa está dentro con la pequeña, la han llamado hace un momento para examinarla –le resumió mientras ella intentaba calmarse, algo que había intentando de camino al hospital, pero irremediablemente había fracasado con todas las letras. Porque cuando se trataba de las pequeñas casi le era imposible hasta pensar. Un fracaso absoluto.

-¿Qué ha pasado? –Quiso saber con cierta demanda.

-Estábamos en el piso y de golpe hemos escuchado a la pequeña llorar –empezó a explicar Raven calmadamente –y cuando hemos llegado a la habitación de las pequeñas Eliza estaba en el suelo y decía que le dolía la mano –terminó mientras ella asentía, adaptando a su cabeza toda la información.

Dejó escapar aire de forma pesada mientras su amiga la miraba atentamente.

-Voy a avisarle a Lexa de que estás aquí –le informó Raven, observando cómo se centraba en la pantalla del móvil. –¿Quieres un café o algo? –Le preguntó.

-No, no. Gracias –contestó mientras veía cómo salía fuera para llamar.

Se apoyó en una pared cerca de la puerta que daba a la zona de urgencias, fijándose cómo quien controlaba la puerta no le quitaba ojo, advirtiéndole en ese simple gesto que no diera ni un paso más. Y para que engañarse, estaba muy tentada a cruzarla, porque esa estúpida norma de sólo una persona por paciente le ponía un poco bastante de los nervios. Pero sabía que debía comportarse si quería quedarse allí y ver como la pequeña estaba. Relájate Clarke, relájate, se repetía manteniéndose a la espera de alguna noticia más.

Su cuerpo prácticamente se abalanzó contra la puerta en cuanto visionó que Lexa salía por la puerta con la pequeña en brazos.

-Mi vida –dijo centrando su atención en la pequeña, acariciando su carita con cuidado y cariño.

-Mami –susurró la pequeña echándole los bracitos para que la cogiese. Algo que ella desde luego no dudó ni un segundo en hacer.

-Ya está cariño, ya está –dijo abrazándola y dejando que se apoyase contra ella. –¿Qué tiene? –Le preguntó con tranquilidad a Lexa, quien parecía bastante nerviosa.

-Le han hecho unas radiografías, y nada, que ahora la llamaran –le informó sin apartar la mirada de la pequeña mientras ella la mecía a la vez que acariciaba su pelo.

-¿Te duele cariño? –Le preguntó.

-Un poquito –susurró la pequeña contra su pecho.

-Eres una campeona –dijo intentando animarla, dejando un beso sobre su pelo mientras se fijaba en cómo Lexa apartaba la mirada de la escena tras soltar un suspiro, contemplando sus ojos completamente cristalinos.

La voz que informaba por altavoz a los pacientes llamó la atención de ambas en cuanto un "Eliza Woods" llegó a sus oídos. Y frenó sus pasos en cuanto se dio cuenta que su cuerpo había reaccionado por sí solo ante la llamada. Se paró y observó a Lexa en un intento de poder llegar a un acuerdo y ver que hacían en esa posición. Porque joder, ella quería pasar. Pero Lexa también estaba ahí. Que sí, que ella estaba bastante nerviosa y quería enterarse de todo bien, pero la castaña también se había llevado lo suyo ante el susto de encontrarse a la pequeña llorando. Y joder, era su hija también. Estaba en todo su derecho de pasar.

Arkadia 2 (AU) -Español [Clexa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora