Capítulo 24

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-Buenos días –le dijo su compañero Tyler nada más verle llegar, aguantándole la puerta de las oficinas para dejarle pasar primero –hoy te veo muy bien, increíblemente bien –señaló provocando que una ligera sonrisa apareciese en su rostro.

-Gracias –contestó pasando al interior, sin querer aportarle ninguna información.

Ella no era de las que iban contando su vida a los demás. Sólo a su círculo de amigos y fin.

-¿Alguna buena noticia? –Le preguntó el joven, siguiéndola puesto que sus respectivos despachos estaban bastante cerca.

-Bueno...las cosas me van bien –fue corta en su respuesta, pero ante todo sincera.

Y sincera de verdad, porque todo parecía estar cogiendo un buen rumbo entre ella y Clarke. Al menos el día anterior habían mantenido una corta conversación, nada destacable en contenido, pero si en actitud. Y es que Clarke parecía estar tomando una actitud diferente, parecía querer controlar la nueva situación que estaban teniendo, porque cuando se dio cuenta de la cierta dureza con la que le había contestado en esa conversación en el baño, rectificó rápidamente, no queriendo, al igual que ella, que todo explotase de nuevo.

Conclusión: Clarke parecía estar muy de acuerdo en la nueva situación que estaban manteniendo, aunque no se lo dijese con palabras, ella lo sabía. Sabía que era así aunque ni la propia Clarke lo estuviera pensando y mucho menos aceptando.

-¿Qué te parece si te invito a un café? –Le preguntó el joven animado antes de abrir la puerta de su despacho.

-Lo siento, ya he quedado para el café –se excusó con rapidez, sonriendo ligeramente para que la situación no fuese tan incómoda, y es que no era la primera vez que le rechazaba un café, ni la segunda, ni la tercera. Y fijo que no sería la última.

-Bueno, otra vez será –contestó su compañero sonriente antes de continuar caminando por el pasillo.

Entró en su despacho por fin, quitándose la chaqueta y dejándola con cuidado sobre su silla de escritorio, no pudiendo evitar que la mirada se le fuese antes de ponerse a trabajar a esas fotografías que tenía sobre el escritorio.

Ella nunca había sido esa clase de persona que tenía por costumbre llenarlo todo de fotos, pero quizás tantos años junto a Clarke y su gran pasión y trabajo por ese mundo le habían hecho poco a poco volcarse en el también. Y también es que le encantaba observar a su familia, aunque solo fuese a través de una fotografía, pero sólo el hecho de ver a las pequeñas sonrientes mirando hacia ella le daba fuerzas para seguir continuando en su objetivo principal; recuperarlas. Recuperar su vida y su familia con una completa seguridad que había estado creciendo cada día más y más. Una seguridad que se acrecentaba en cuanto sus ojos se fijaban en la otra fotografía, concretamente una en la que aparecían también las niñas, pero esta vez también junto a Clarke y ella.

Recordaba perfectamente el momento en que Clarke decidió echar la foto. Fue tras un día de piscina en casa, donde aprovechaban para que las niñas comenzasen a tomar confianza con el agua. Clarke había aprovechado su última adquisición, una cámara que podía meter sin problema en el agua, permitiéndoles así a las niñas que jugasen también con ella, logrando unas cuantas fotos un tanto curiosas.

Pero de todas las de ese día, la que más le gustó fue la que tenía justo ahí. Todas permanecían con una perfecta sonrisa en el rostro mientras Clarke sostenía la cámara para la tan esperada instantánea, todas menos Eliza, quien finalmente optó por poner una mueca graciosa sacando la lengua.

-¿Se puede?

Abby llamó su atención mientras ella sonreía sin darse cuenta, pasando con cariño uno de sus dedos sobre la dicha fotografía.

Arkadia 2 (AU) -Español [Clexa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora