Capítulo 11

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Le estaba pareciendo realmente increíble poder compartir el día del cumpleaños de Abby con todos, como si no hubiese pasado el tiempo, como si aun formase parte completa de la vida de Clarke, disfrutando de una buena comida y compañía y con una alegría increíble al poder pasar ese rato con las pequeñas, haciéndole más llevadero el tiempo que tenía que esperar hasta que pudiera volver a tenerlas, porque es que el mes se le estaba haciendo eterno. Realmente eterno.

Así que cuando Abby la invitó al cumpleaños, sintió un golpe de aire fresco nada más que al pensar en que volvería a verlas antes de tiempo. Aunque siempre tuvo en mente la duda de si Clarke también estaría, que sí, era su madre quien cumplía años, pero el hecho de que su presencia le molestaba era demasiado evidente. Por lo que su sorpresa fue cierta en cuanto entró al jardín y la vio con los tres pequeños más Príncipe. Allí estaba, completamente sonriente mientras disfrutaba jugando con ellos, como si el tiempo se hubiese detenido en algún punto en concreto en el que ellas seguían juntas, donde ella llegaba y se encontraba con alguna escena parecida, seguida de otra en la que Clarke se levantaba sonriente hasta llegar hasta su posición y darle uno de sus famosos besitos. En cambio, lo que obtuvo fue una corta mirada mientras se perdía dentro de la casa para acompañar a los más pequeños al baño.

Y aunque todo estaba yendo a las mil maravillas, a pesar de que se notaba cierta tensión, pudiendo además permitirse el lujo de sonreír con algunos comentarios de Clarke, incluso sintiendo en más de una ocasión sus ojos azules clavándose en ella. Todo parecía ir demasiado bien para ser verdad, parecía...hasta que la situación se truncó por completo cuando Clarke explotó ante las interrupciones de su móvil. Y no la culpaba, tenía toda la razón. Lo único que le reprochaba era el hecho de haber explotado delante de las niñas, provocándoles pasar un mal rato totalmente innecesario. Y se lo hubiese dicho a la cara y sin tapujos, no tenía problema en eso, pero no quería seguir alargándoles ese mal a las pequeñas, no quería que siguieran observando y escuchando cómo sus madres discutían. Así que optó por la opción que vio más clara y acertada en el momento; huir.

Cobarde

Y ahí estaba de nuevo ese maldito adjetivo pronunciado por su amiga Raven, resonando en su cabeza una y otra vez. Algo que nunca había sido y que nunca había marcado su personalidad. ¿Qué ahora lo estaba siendo? Posiblemente sí, pero era por el bien común de esas dos pequeñas que tenían su corazón conquistado por completo. Haría todo lo posible por no verlas sufrir y sentir que lo pasaban mal por su culpa, bastante soportaban ya con toda la situación que les estaba tocando vivir sin tener culpa alguna, pero afectándoles totalmente de lleno.

Centró todo su odio en una única persona y entró como un huracán en las oficinas, dirigiéndose con paso ligero hasta un despacho en concreto.

-Oh vaya, buenos días, ¿no sabes tocar a la puerta antes? –dijo Costia en cuanto abrió la puerta directamente, incluso sin llamar.

-Te dije que tenía una reunión familiar –soltó enfadada, sintiendo como la sangre le hervía por dentro a toda prisa al tener a la culpable directa de lo que había sucedido en la casa de Abby –y que no me molestases más, pero no, tenías que seguir llamando –le recriminó sabiendo que parte de culpa también era suya por no haber apagado el maldito móvil, pero no podía hacerlo porque de verdad estaba esperando una llamada importante de su jefe.

-Quería comprobar unos datos... -comenzó a defenderse Costia, pero ella la cortó con rapidez.

-¿Acaso eres nueva? –Le dijo alzando una de sus cejas y clavándole la mirada, haciendo que la aludida girase su rostro para cortar el contacto visual.

Arkadia 2 (AU) -Español [Clexa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora