Capítulo 53

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Se dirigía a la casa de su madre tras haber pasado una larga jornada en la galería ayudando a uno de sus compañeros a organizar una de las salas. Abby le había informado hace un par de días que iba a hacer una especie de fiesta para los pequeños ahora que Eliza estaba totalmente recuperada del dolor de su muñeca tras el susto que se habían llevado. ¿Y por qué iba a organizar dicha fiesta? Pues ni idea. Cosas de su madre. Hacia las cosas así como así, por puro impulso, de un momento a otro. Aunque verdaderamente pensaba que lo hacía para tenerlos a todos juntos de nuevo y compartir una tarde agradable ahora que todo parecía ir más relajado entre ella y Lexa.

Un tiempo atrás hubiese pensado que sería para propiciar un encuentro con Lexa, pero ahora realmente sentía que no sería necesario, pero claro, eso su madre no lo sabía. Aun no le había contado los últimos acontecimientos, la pobre no sabía nada de la noche que pasaron encerradas, ese momento que partió claramente la situación que vivían en un antes y un después. Porque incluso días atrás había tenido el valor de quedarse a desayunar en su piso con la excusa de llevarle a Alycia.

Y tampoco sabría decir el por qué, simplemente le salió, le apeteció compartir un rato con las tres. Un rato completamente agradable aunque la cierta tensión entre ella y Lexa en ocasiones salía a la palestra, poniéndose incluso nerviosa y riéndose de sí misma al recordar cómo había sacado el tema de lo bonito que era el piso por el simple hecho de hablar de algo y romper con esa ligera tensión que cada vez era más liviana entre ellas.

Aunque lo que no podía sacar de su mente era ese acercamiento que la castaña había tenido, porque aquella forma de darle las gracias y de acariciarle la mejilla había provocado demasiadas cosas en ella. Y quizás a Lexa le había ocurrido igual cuando la noche anterior al desayuno a ella le salió darle aquel abrazo, así sin planear e improvisando totalmente sobre la marcha, pero logrando su objetivo; el que la castaña se tranquilizara y descargara la tensión que había visto reflejada en su rostro desde que la vio en el hospital con la pequeña en brazos. Pero en cambio, ella siempre había sido más débil a la hora de enfrentar sus sentimientos, así que en contra de la reacción de Lexa, quien incluso bromeó tras el abrazo, ella directamente tuvo que salir del piso a toda prisa.

-Vaya –dijo su madre sorprendida nada más abrirle la puerta.

-¿Qué pasa? –Preguntó sonriente viendo cómo su madre la inspeccionaba.

-Nada, nada. Pasa anda –contestó su madre dejándole paso al interior. –Todos están ya en el jardín menos Lexa –le dijo sintiendo como esa información no parecía haber agradado nada a su mente. –Ha dejado a las niñas para ir a dejar unos documentos en la empresa, en un rato volverá –le aclaró mientras caminaban hacia el jardín.

-¿Qué narices te has hecho? –Fue el saludo de Raven nada más verla, llamando rápidamente la atención del resto, quienes focalizaron sus ojos directamente en ella, abandonando con rapidez sus conversaciones.

-¿No te gusta? –Le preguntó sonriente.

-¿Tienes veinte años ahora o que te pasa? –Le reprochó Raven con el ceño fruncido. –No vas a ir así a mi boda, tenlo claro –le informó dejándola completamente perpleja.

-¿Qué bicho te ha picado? –Le respondió a la defensiva, manteniendo además un contacto visual bastante tenso.

-Te has tintado las puntas del pelo de color fucsia, eso me pasa –contestó la castaña con el tono de voz elevado.

-Te queda genial –apuntó Octavia rompiendo esa conversación sólo de dos, ganándose la aprobación también del resto, quienes asentía ligeramente con la cabeza mientras Raven los miraba completamente perpleja.

Arkadia 2 (AU) -Español [Clexa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora