Capítulo 67

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Que Clarke le hubiese sorprendido de aquella manera no tenía precio alguno. Y sí lo tenía, estaba dispuesta a pagarlo una y otra vez, porque encontrarse con dos representaciones de ella misma en miniatura y llevándole una caja de bombones y un precioso ramo de flores, era un claro ejemplo de esa Clarke que le enamoró. De esa misma que hacía cosas así para sorprenderla y cada vez ganarse más su corazón. Una acción que le emocionó cada resquicio de su cuerpo y de su alma, y no solamente porque le hubiese llevado a las niñas, es cómo lo había hecho, al más puro estilo Clarke y con el detalle en cubierto de hacerle sonreír, porque sabía que lo había hecho con ese objetivo y darle a entender que seguía ahí, que quería seguir dando esos pequeños, pero seguros pasos, que poco a poco las iban acercando cada vez más y que iban igualando la balanza entre la postura de ambas.

Y sí, se moría de ganas por terminar de acercarse a ella, y no sólo en sentido metafórico, se moría de ganas por besarla, por volver a probar sus labios y sentir ese fuego característico en los suyos siempre que se besaban, pero al igual que con su jugada de salir de casa y querer probar que Clarke estaba dispuesta a continuar, quería hacer lo mismo con el beso, quería que fuese Clarke quien la besase. ¿Un capricho? Podría ser sí, pero lo que quería era que fuese ella la que diera ese paso para ser consciente de que estaba segura del todo.

-¿Qué tal este? –Preguntó Octavia llamando su atención. –Es muy bonito –apuntó ante su mirada no muy convencida.

-Olvídate Octavia –respondió Raven con rapidez, sin dejarle intervenir a ella. –Tiene que ser sexy, no bonito –aclaró desde el otro lado de la tienda, con Eliza en brazos mientras ella hacía lo mismo con Alycia.

-Pero es un evento formal –debatió Octavia la propuesta de su amiga.

-¿Y? –Preguntó Raven frunciéndole el ceño. –No entiendes de la vida –se quejó negando con el rostro. –Lexa tiene que hacer que Clarke pierda la poca cordura que le queda para poder entrar a matar.

-Raven –le regañó fijándose en cómo una mujer mayor que pasaba cerca de ellas se les quedó mirando. –No tiene que enterarse toda la tienda ni todo el maldito centro comercial –dijo provocando que su amiga bufase frustrada.

Habían aprovechado la tarde libre de las tres para salir un rato y ponerse al día de todo. Algo que ella también aprovechó para ver si veía algún bonito vestido apropiado para la cena en honor al padre de Clarke, el mismo evento que significaría una cita entre ambas, tal y cómo ella se lo había propuesto tras su última cena juntas en familia.

-Qué bonito mamá –aprobó Alycia mientras observaba un bonito vestido azul oscuro.

-¿Te gusta? –Le preguntó provocando que la pequeña asintiera con el rostro.

-Voy a probármelo –anunció dejando un beso sobre la frente de la pequeña antes de pasársela a Octavia, quien había llegado sin el pequeño Ricky ya que Lincoln había optado por pasar la tarde junto a su hijo.

Había escogido, con la ayuda de la pequeña, un bonito vestido de tirantas anchas y con un discreto escote en forma de V. De cintura para arriba la tela iba adornada con algunas lentejuelas pero sin ser exagerado, solo algo sutil para darle algo de elegancia, y la falda caía en cascada mediante unos cuantos volantes que llegaban hasta el suelo.

Elegante pero sin destacar demasiado, muy en su estilo.

-¿Qué tal? –Preguntó tras salir del probador, buscando la opinión de sus amigas mientras se miraba en el espejo con algo de distancia para así poder ver mejor cómo le quedaba.

-Hostia puta –soltó Raven poniendo una mueca graciosa rápidamente al darse cuenta de lo que había soltado con las niñas delante.

-De lujo, te queda de lujo –aclaró Octavia tras darle un empujón a Raven en el hombro.

Arkadia 2 (AU) -Español [Clexa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora