Capítulo 85

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Decidió darle a Lexa el espacio que le había pedido, no presionándola para hablar y para que le dejase explicarse al fin. ¿Y por qué? Pues por una sencilla razón; ya había hecho todo lo que estaba en sus manos, o al menos eso era lo que sentía, al menos en ese sentido. Porque ya le había hecho llegar el mensaje de que quería seguir a su lado y que lo que más ansiaba era arreglar la situación por la que estaban pasando, quizás no había sido muy clara con sus palabras, pero sabía que Lexa sabía interpretarla demasiado bien y que con su actitud y con sus hechos se lo había demostrado.

Aunque bueno, eso de darle el espacio necesario...sabía que no lo estaba haciendo del todo bien. Pero es que le era irremediablemente imposible pasar tiempo sin saber de ella, no quería ni por un momento que Lexa pudiera pensar que se estaba rindiendo cuando lo que más quería era volver a recuperarla. Porque ahora se habían vuelto las tornas y a ella casi le faltaba suplicarle de rodillas un simple gesto de cariño.

Y era por eso mismo por lo que llevaba días intentando acercarse poco a poco, intentando pulir algo la extraña situación que mantenían desde su metedura de pata en la oficina de la castaña. Y si por ella fuese, ya habría hecho una y mil locuras, pero no quería forzar la situación, no ahora que Lexa parecía bastante perdida. Porque así era como la sentía, cada vez algo más lejos de ella, aunque a veces la sentía también sumamente cerca, sobre todo cuando le sonreía y sus ojos conectaban con los suyos. Porque aunque no se lo dijese con palabras, su mirada le daba el apoyo necesario para seguir insistiendo.

-Ey rubifucsi –llamó su atención Raven nada más salir del baño envuelta en una toalla. –Te toca –le indicó con la cabeza. –Oh venga, anímate –le dijo acercándose hacia ella, sentándose en el filo de la cama. –¿Quieres que me la quite? –Preguntó de forma sugerente y agarrando el filo de la toalla mientras se movía con lentitud.

-Piérdete Reyes –contestó dándole un leve empujón con el pie.

-Aun estoy a tiempo de cancelar la noche –propuso su amiga mientras ella se movía para salir de la cama. –Podemos planear algo más tranquilo –sugirió convencida.

-Ni se te ocurra, es tu noche –contestó con rapidez.

La fiesta de despedida de soltera de Raven había llegado demasiado rápida y en una situación demasiado incómoda para su gusto. ¿Y por qué? Simple, no le entusiasmaba nada la idea de pasar la noche de fiesta estando mal con Lexa. Porque si solamente estuvieran semanas atrás, todo hubiese sido muy diferente. Y ahora en cambio sabía que la incomodidad reinaría a su máxima potencia. Una incomodidad que ella se moría por romper, pero sentía que la pelota estaba en el tejado de Lexa y que a ella tan solamente le quedaba esperar. Esperar a que Lexa le dejara salir del banquillo y entrar a jugar, aunque ella ya lo había intentando con un par de técnicas y unas cuantas peticiones de besitos, todos inocentes, pero ahí estaban.

Cuando salió del baño tras la ducha envuelta en un albornoz, Raven se encontraba ya maquillada mientras terminaba de ondularse el pelo con bastante calma y concentración delante del espejo.

-¿De qué te ríes? –Preguntó su amiga en cuanto vio que se quedó parada cerca de ella mirándola. –¿Se nota mucho? –Preguntó esta vez bajando ligeramente la mirada a su vientre.

-No se te nota nada –contestó con sinceridad. –Lo que pasa que viéndote en ropa interior...pues mira algo estás perdiendo de forma –bromeó ganándose una meuca de su amiga. –¿Aun no se lo has dicho a Murphy? –Preguntó mientras se secaba el pelo con una toalla pequeña. –¿Cuándo se lo vas a decir? –Siguió el cuestionario al ver cómo su amiga negaba ligeramente con el rostro mientras se hacia una cola alta. –Y lo más importante...¿Qué te dice? ¿No te ha notado cambiada?

Arkadia 2 (AU) -Español [Clexa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora