Arkadia 2 (AU) -Español [Clexa]

Capítulo 83

Pasado

-¿Aún estás así? –Preguntó Lexa mientras ella descansaba en la cama. –Venga ya Clarke, vamos a llegar tarde –se quejó. –No me puedo creer que sigas tirada en la cama. Me ha dado tiempo a ducharme, llevarle las niñas a tu madre y volver –decía mientras a ella le iba taladrando la cabeza. –Vamos –insistió quitándole de la cabeza el cojín que la cubría.

-¿Qué te pasa? –Se quejó mirándola molesta.

-Vamos a llegar tarde –contestó Lexa cruzándose de brazos y a medio desvestir.

-No voy a ir –dijo girándose sobre sí misma para perder de vista sus ojos.

-¿Cómo que no vas a venir? –Le preguntó Lexa rodeando la cama para ponerse de nuevo delante de sus ojos y clavar su mirada en ella. –Clarke, esa reunión es muy importante, lo sabes muy bien –le argumentó.

-No tengo ganas de ir –contestó con los ojos cerrados para perder así su mirada.

-Claro, como demonios vas a tener ganas –respondió la castaña molesta, haciendo que ella abriese los ojos para poder ver mejor su rostro. –Si has llegado hace un par de horas borracha, ahora quieres dormir, ¿no? Qué responsabilidad la tuya –le soltó con una mirada fría.

-En primer lugar; no he venido borracha, solamente me he tomado unas cervezas con Lincoln y Murphy –se justifico mientras se sentaba en la cama bastante molesta con esa acusación. –Y en segundo lugar; no me apetece nada ir a esa estúpida reunión que ha montado tu empresa para que os laméis el culo entre todos –zanjó viendo cómo tras sus palabras Lexa apretaba la mandíbula y le apartada la mirada.

-Haz lo que quieras –contestó su mujer antes de ver cómo terminaba de quitarse la ropa para ponerse el vestido que había escogido para la ocasión.

La empresa donde trabajaba Lexa, o más bien su jefe, había organizado una reunión-celebración a la que estaban invitados todos los trabajadores y sus respectivos acompañantes. El motivo, según su propia mujer, era que su jefe había pensado que sería una buena idea para disfrutar entre todos de una bonita noche, aunque tanto ella como Lexa sabían que el trasfondo de todo aquello era que su mujer pensaba que al fin su jefe anunciaría su ascenso después del duro trabajo que había estado haciendo durante meses para un importante cliente, logrando así una buena suma de dinero para la empresa, al igual que también un buen reconocimiento.

En cuanto a ella, ganas ninguna tenía de asistir a algo así. Hacía solamente un par de semanas que le habían arrebatado a una de las mujeres más importantes de su vida. Días en los que no podía conciliar bien el sueño y en que los recuerdos junto a ella ocupaban prácticamente todo su pensamiento. Ni siquiera había tenido el valor de ir a casa de su abuelo y ver cómo estaba. Ni siquiera había sacado un poco de fuerza para ir al cementerio y despedirse de ella de una vez. Ni siquiera podía pasar un solo día sin acordarse de ella.

-Maldita sea –gruñó aguantando las ganas de llorar y saltando prácticamente de la cama para dirigirse al baño y darse una ducha rápida. –Dame diez minutos –le pidió a Lexa antes de cerrar la puerta y sacar todo su dolor y rabia bajo el agua.

El lugar elegido para la celebración era una bonita casa a las afueras de la ciudad, con grandes zonas de jardines, un escenario improvisado y una pista de baile completamente vacía ya que la gente permanecía alejada de ella en pequeños grupos comentando a saber qué cosas.

-Aburridos –dijo al ver el panorama.

-¿Qué? –Preguntó Lexa a su lado.

-Que vaya compañeros más divertidos tienes, así da gusto –contestó fingiendo una gran sonrisa y señalando en general.