Arkadia 2 (AU) -Español [Clexa]

Capítulo 3

Pasado

-¿Por qué nunca me dices donde vamos de viaje? –Se quejaba Lexa de camino al aeropuerto en el taxi, con el ceño ligeramente fruncido y cruzándose de brazos sobre el pecho.

-Porque es sorpresa –contestó ella haciéndose la despreocupada y girando su rostro para mirar por la ventanilla, intentando no reír ante el gesto infantil de la ahora ya oficial mujer, y por otro lado también pretender evadir el ataque su ataque constante de preguntas.

-Pero es nuestro viaje de luna de miel. Merezco saberlo –insistió Lexa intentando parecer enfadada.

-No te enfades –contestó ella sonriente, girando su rostro para ver como Lexa la miraba aun con el ceño fruncido. –Que es sorpresa. En unos minutos lo descubrirás –dijo antes de inclinarse hacia ella y besar sus labios. –No seas tan quejica querida esposa –sonrió mientras Lexa ponía los ojos en blanco, a la vez que negaba ligeramente con el rostro dejando escapar un leve suspiro.

Adoraba la forma en que Lexa fingía estar enfadada. Y lo adoraba tanto porque justo cuando el supuesto enfado desaparecía, lo primero que recibía era un tremendo beso de su parte. Un beso de esos capaces de hacerte temblar las piernas, de esos que por un momento logra evadirte de la realidad por completo. A ella, a la mismísima Clarke Griffin. Una Clarke Griffin que ya no era ni su sombra. Ahora era una versión tremendamente mejorada. Una versión al lado de la persona que más amaba. Al lado de la persona que deseaba hacer feliz con todas sus fuerzas, al lado de quien le estaba haciendo la mujer más feliz del mundo.

-¿Preparada? –Dijo mientras permanecían paradas delante de un panel de información, dentro ya del propio aeropuerto.

-Vamos –gruñó Lexa extendiendo la mano, en señal de que le entregase ya el sobre con los billetes de avión y así descubrir por una vez el destino.

-Desesperada –contestó mientras rebuscaba en el bolsillo interno de la chaqueta de la propia Lexa. –Aquí tienes –dijo entregándole el sobre ante la atenta mirada de la castaña.

-¿En serio ha estado aquí todo este tiempo? –Preguntó Lexa sorprendida, intentando asimilar su jugada.

-Y tanto –sonrió ella. –Vamos. ¿No tenías tantas ganas de descubrirlo?

-Ay sí –respondió Lexa nerviosa mientras abría el sobre con algo de impaciencia. –Italia –susurró leyendo los billetes de avión, sin apartar la vista de ellos en ningún momento.

-¿No te gusta? –Preguntó un poco nerviosa al no estar recibiendo ninguna respuesta.

¿Se habría confundido completamente de destino? Ahora mismo se estaba empezando a poner bastante nerviosa, porque lo que menos quería era meter la pata y menos en un viaje que sería tan especial para ambas.

-¡Me encanta! –Exclamó la castaña animada, tirando de su chaqueta hacia ella para unir sus labios en un corto beso. –Todo lo que sea contigo me encanta –decía pegada a su boca, volviendo a besarla.

-Vamos que llegamos tarde –contestó ella sonriente, alzándola ligeramente mientras la agarraba del culo.

-Esas manos –le regañó Lexa mientras se soltaba despacio de su amarre.

-Es tu culpa –se justificó ella tremendamente convencida.

-¿Mi culpa? –Se ofendió Lexa alzándole una ceja y clavándole la mirada.

-Si no tuvieras ese buen culo... Mis manos no lo buscarían –contestó mientras Lexa sonreía ante su ocurrencia.

-Venga tira –le indicó la castaña inclinando ligeramente la cabeza, no sin antes darle con la mano en el culo.