Capítulo 70

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La fiesta en honor a su padre había llegado más pronto de lo que ella pensaba, y aunque había intentado no darle muchas vueltas a la cabeza, realmente había sido demasiado complicado el no pensar en ello. Era lógico y normal, o eso pensaba ella, que sus recuerdos y sus sentimientos se mostraran a cada minuto con más intensidad. Porque aunque verdaderamente se había criado con sus abuelos, sus padres también habían formado parte de su vida, al igual que esa casa. La misma casa donde podía recordar los momentos más agradables con su padre, donde ese hombre importante y tan ocupado dejaba atrás el mundo exterior para dedicarle tiempo a una pequeña Clarke que corría junto a él haciendo trastadas por la casa. Y también era la misma casa donde hacia unos años se había casado con la mujer de su vida, si, de su vida, porque aunque las cosas entre ellas no estuvieran demasiado bien, ella era consciente de lo importante que Lexa había sido en su vida, y de lo importante que seguiría siendo.

-Menos mal que estás en todo –dijo soltando aire de forma pesada nada más entrar en su antigua habitación, viendo la funda de lo que iba a vestir para esa noche sobre la cama.

-No puedo creer que hayas olvidado ir a comprarte algo para esta noche –se quejó su madre justo detrás de ella.

-Y yo que sé mamá, estoy descentrada –contestó bufando, pensando que sería mucho mejor decir eso que decir "tengo la cabeza completamente loca por todo lo de esta noche y no sé ni en el maldito día que vivo". Mucho mejor, sí.

-¿Descentrada por una castaña? –Preguntó su madre sonriente y con cara pícara.

-Por favor –dijo tras resoplar. –¿Es que tienes quince años para cotillear sobre estas cosas? –Le devolvió una pregunta poniendo los brazos en jarra y mirando atentamente su rostro.

-No hay límite de edad para cotillear, querida –contestó su madre sin perder la sonrisa de su rostro. –¿Nada nuevo que contarme? –Siguió con el interrogatorio.

-Voy a ver que me has comprado –cortó el tema acercándose a la cama para abrir la funda. –Vaya –dijo sorprendida al descubrir un bonito esmoquin femenino de color negro. –Práctico y cómodo, que bien me conoces –decía sacándolo para verlo mejor.

-¿Qué te crees? Soy tu madre, no se me escapa una –contestó Abby llamando su atención. –Sí, hay dos camisas, negra y blanca porque no sabía con cual te podría gustar más.

-¿Y si voy sin camisa? –Bromeó viendo el gesto de desacuerdo en el rostro de su madre con bastante rapidez.

-Ni se te ocurra –le advirtió seriamente, señalándola con un dedo y abriendo mucho los ojos. –No quiero a todo el mundo babeando por ti –argumentó su madre señalando esa parte de su anatomía que podría quedar más descubierta sin camisa.

-Pero si ya lo van a hacer igualmente –vaciló sonriente y guiñándole un ojo.

-Déjate de tanta tontería y ve arreglándote ya –le ordenó su madre chasqueando los dedos. –Tenemos que estar listas antes de que la gente comience a llegar. Los del catering están terminando de montar todo y quiero supervisarlo antes de que lleguen los primeros invitados –argumentó mientras se dirigía a la puerta. –Clarke –llamó su atención con el pomo en la mano –ponte camisa –le advirtió antes de salir de la habitación.

Suspiró y se sentó en la cama unos segundos para comprobar su teléfono móvil, asegurándose antes de empezar a vestirse de que las niñas estaban bien con Raven y Murphy.

Madre mía Raven Reyes embarazada, era lo que siempre resonaba en su cabeza cada vez que pensaba en su amiga, porque era algo imposible de creer y aun recordaba el momento en que Lexa se lo soltó, justo después de soltar su lado más celoso contra su pobre compañero de trabajo Tyler. Madre mía, el pobre Tyler, sin culpa de nada y ella metiéndolo directamente en un trío amoroso de golpe donde Lexa era el motivo de disputa. Y madre mía Lexa Woods, la madre de sus hijas, la que aun seguía siendo su mujer y con la que iba a compartir esa noche en forma de cita como si fueran dos chiquillas que acababan de conocerse.

Arkadia 2 (AU) -Español [Clexa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora