Arkadia 2 (AU) -Español [Clexa]

Capítulo 60

Después de la noche que Clarke decidió dormir con ella, esa acción, tan sorprendente e íntima, se había repetido las noches posteriores. Y aunque la rubia había omitido el abrazo, al menos el hecho de sentirla a su lado y poder observarla las veces que se desvelaba era una completa maravilla. Porque Clarke no había vuelto a dormir con las pequeñas tras aquel momento donde sintió que todo su mundo se alborotaba por completo, porque a la suma de todo lo que sentía se le unía el contacto directo de Clarke sobre ella. Porque la forma en cómo había intentando animarla, lográndolo bastante bien, y cómo después decidió romper un poco más parte de la barrera que se había impuesto estrechándola entre sus brazos, le hizo sentirse bien, segura y con más ganas que nunca de compartir momentos así.

Y aunque sabía que todo había sido fruto de esa mala racha que pasaba cada año sin poder evitarlo, al menos esa vez había servido para tener un mayor acercamiento con ella. Porque podía jurar que casi su corazón brincaba en su pecho cuando Clarke la abrazó para dormir, y más aún cuando le dio las buenas noches antes de dejar un beso sobre su pelo. Y sabía que lo hacía para cuidar de ella y que se sintiera mejor, pero es que lo había conseguido y con creces, porque había logrado que se olvidara de todo y se centrara sólo en la agradable sensación que era volver a dormir rodeada por su brazos, sintiendo su olor y su calor corporal pegado a ella.

Y como cada mañana, esperaba impacientemente a que Clarke se alistase en el baño para segundos después verla aparecer radiante por la puerta antes de ir a despertar a las pequeñas.

-Buenos días –dijo Clarke sonriente, acercándose al armario, observando cómo intentaba escoger una chaqueta entre dos candidatas.

-Buenos días –contestó ella sin perder detalle de cada uno de sus movimientos. –Que elegante –dijo al verla con camisa y con unos pantalones de traje que le quedaban increíblemente bien.

Porque sí, le encantaba ver a Clarke al más puro estilo Clarke, donde destacaban fuertemente los vaqueros, camisetas y cazadoras. Pero cuando se arreglaba vistiendo un poco elegante, el pequeño grupo de hormonas que seguían dormitando se despertaban completamente con ganas de animar al resto de sus compañeras.

-Exigencias de Oliver –respondió sonriente, rompiendo rápidamente con sus pensamientos, teniendo que apartar ligeramente la vista de lo bien que se le ajustaba el pantalón a cierta parte de su anatomía. –Viene un comprador a la galería y bueno, me apetecía vestirme así hoy –le explicó intentando decidirse entre dos chaquetas.

-La gris –dijo llamando su atención.

-La gris –repitió Clarke dejando la chaqueta sobre la cama y guardando la otra en el armario.

-Y el comprador...¿Es importante? –Preguntó después de que a su mente viajara la idea de que esa persona pudiese ser la tal Emma, la mujer que pilló besando a Clarke, la misma que decía que estaba un poco obsesionada con ella. Y la cual le caía realmente mal. Muy mal. Algo comprensible, y es que, ¿cómo puede caerte una mujer que intenta tener algo con tu mujer?

-No lo sé –contestó la rubia encogiéndose de hombros. –En realidad esto es porque van a echarme unas fotos –soltó de golpe, señalando su atuendo. –Hice una entrevista hace meses y no habíamos podido encajar horarios para terminar de rematarla. La chica quería incluir unas fotografías conmigo allí en la galería –explicó así el por qué de su atuendo. –¿De qué te ríes? –Se quejó frunciendo el ceño ligeramente.

-Nada, nada –contestó con rapidez.

-Suéltalo –le exigió Clarke clavándole la mirada.

-Esta no eres tú –soltó viendo cómo la rubia fruncía más el ceño. –Tú no vas así en tu día a día –aclaró señalándole.