Capítulo 38

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La clase de educación familiar, o mejor dicho, las últimas dos horas del día en el instituto llenas de sufrimiento y arruinadas por completo.

La profesora Mallory entra al salón con su típica sonrisa de amor al mundo, es tan dulce y tierna que te dan ganas de vomitar, y no, no quiero tener que lidiar con eso, pero debo hacerlo.

—Tengo una pregunta para ustedes el día de hoy —se sienta en el escritorio y nos observa —¿ya han pensado con quién les gustaría tener hijos?, ¿formar una familia?

Todo es silencio por un momento, pero de pronto las risas estallan invadiendo el lugar por completo.

Mallory saca una corneta de su portafolio y la hace sonar obligando a todos los presentes a hacer silencio.

—Hablo muy en serio, jóvenes, necesito que se tomen esta clase con el respeto que se merece.

Señala a una de las chicas de la primera fila.

—A ver, dinos, ¿con quién has pensado formar una familia?

La chica se acomoda en su asiento, está bastante seria.

—Con todo respeto, profesora, solo tengo 17 años, formar una familia no es algo en lo que esté pensando ahora, y creo que ninguno de nosotros, pero si lo que necesita es una respuesta puedo decirle que Samuel Bradley cumple con los requisitos necesarios como para ser el padre de mis hijos.

Más silencio, luego pequeños murmullos. La profesora fija su vista en mí y sonríe, Maddie también me observa, pero no con sonrisas, pone los ojos en blanco y frunce el ceño.

La profesora continúa su interrogatorio.

—¿Qué características crees que tiene el señor Bradley como para considerarlo apto para ser el padre de tus hijos?

La chica se pone nerviosa, voltea a verme y luego vuelve a mirar a la profesora.

—Eh... bueno, me parece que Sam es muy guapo, no sería malo contar con atributos genéticos así para mis hijos —ríe —también hace mucho ejercicio, es amable con las personas, divertido, inteligente... tiene muchas características buenas, y estoy segura de que no soy la única que piensa así, Sam cuenta con muchas admiradoras —vuelve a reír, me mira y sonríe. Estoy en problemas, puedo sentirlo.

—¿Otra más para la lista? —dice Maddie en voz muy baja y río porque tenía razón, estoy en problemas.

—¿Cuál lista?

Pregunto fingiendo confusión y tratando de tomar su mano, ella me esquiva y la aleja de mí haciéndome volver a reír. Está molesta, y yo debería estar actuando con seriedad, prestándole atención y haciendo lo que sea necesario para que deje de estar así, pero no puedo, estoy demasiado ocupado disfrutando de lo hermosa que se ve con el ceño fruncido, bufando y poniendo los ojos en blanco, Maddie enojada es una maravilla que no puedo dejar de observar, es muy sexy.

—Chicas con las que has estado —salgo de mis oscuros pensamientos cuando su tono seco choca con mis oídos, de verdad está muy enfadada, debo prestarle atención.

—Pues no —río —creo que ni siquiera hemos hablado. ¿Estás haciendo una lista? —no puedo ocultar mi tono de asombro y extrañeza, también de diversión, ella no tiene ni idea de lo que me divierte este comportamiento suyo —si es así hasta ahora debes tener solo a Angeline —vuelvo a reír, le estoy echando más leña al fuego.

—Gracias por recordármelo —bufa y pone los ojos en blanco de nuevo —no hago una lista, eres demasiado reservado como para eso y lo agradezco, es solo que... —suspira —no me gusta que prácticamente cada chica que estudia aquí esté perdidamente enamorada de ti. Además, no respetan el hecho de que tengas novia, por ejemplo, esa chica, Samuel Bradley es el chico perfecto para ser el padre de mis hijos —imita la voz de la chica en burla y bufa haciéndome reír.

¿Mad o Madison?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora