Capítulo 41

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Bajo junto a mi hermanita que corre a abrazar a Sam, él le devuelve el abrazo y le entrega una enorme barra de chocolate que hace que los ojitos de Charlie se abran mucho mostrando su emoción.

—Gracias, Sam —besa su mejilla.

La lleva al asiento trasero de la camioneta, ajusta su cinturón, luego se acerca a mí dándome un corto beso y dejando enfrente otro chocolate.

—Un pequeño regalo para la chica más hermosa del mundo —sonrío, Sam como siempre hace que me olvide de mis problemas, aunque de inmediato vuelvo a intranquilizarme.

—¿Te acuerdas de lo que vimos ayer en la entrada de mi casa al llegar del paseo con Charlie? —Sam nota mis nervios alterados, me observa mostrando confusión.

—Maddie, vas a tener que ser un poco más específica, ¿es algo malo? —bajo mucho la voz, no quiero que Charlie se entere de esto, mi deber es protegerla.

—Cuando llegamos a la casa, estábamos parados afuera del coche y vimos a un hombre saliendo junto a mamá —suspiro —no sé si vi bien, pero estoy casi segura de que se besaron, no un beso como tal, es decir, sus labios se rozaron...

Sam me envuelve en sus brazos y recuesto la cabeza de su hombro, sus manos acarician mi cabello con suavidad.

—¿Y si mamá está engañando a papá y por eso él se fue?, no sé que hacer, Sam, necesito averiguar lo que está pasando.

Nos separamos un poco para poder mirarnos a la cara, pero sus manos se mantienen en mi cintura.

—Hey, tranquila. A ver, ¿has notado algún comportamiento extraño por parte de tu madre?

—Sí, ha estado saliendo más, a fiestas, y a veces llega tarde a casa, pero no lo sentí como extraño hasta que vi ese beso que le dio al tío Asher ayer.

—¿tío Asher?

—Sí, Asher Bale, es el mejor amigo de mi mamá, estudiaron juntos en la universidad y es como de la familia.

—¿Y crees que él y tu mamá..? —niego con la cabeza.

—Espero que solo sean exageraciones mías, pero necesito averiguarlo. Mamá salió y me dejó una nota diciendo que le surgió algo en el trabajo, por eso quiero pasar por allá, y si no está ahí... —suspiro —prefiero que lo esté.

Sam asiente, subimos al coche.

Mamá es dueña de un gimnasio junto a tía Claire, ella se encarga de la administración y a veces deben dejar abierto hasta tarde, por lo que no sería raro que estuviera aquí, pero desde lo que vi afuera de mi casa tengo un sentimiento muy extraño, necesito quitármelo, la mejor forma de hacerlo es confirmando con mis propios ojos que solo estoy exagerando la situación.

—Aquí estamos —Sam estaciona el coche a unas calles del gimnasio, llegamos más rápido de lo que pensé o estuve perdida en mis pensamientos por lo que lo siento así.

—¿Qué hacemos en el trabajo de mamá? —volteo a ver a mi hermanita tratando de buscar una respuesta.

—Solo es la misma calle, Charlie, vinimos a comprar una deliciosa torta de fresa con chocolate, Sam dijo que como has sido una niña muy buena sacando excelentes notas en el colegio te merecías otro paseo.

—¿Le hablaste de mis notas? —sonríe.

—Tu hermana me cuenta todo de ti, ¿qué dices?, ¿vamos por esa deliciosa torta?

Charlie asiente con efusividad, Sam baja del coche y le abre la puerta, se acerca para hablarme en voz muy baja.

—Yo me encargo de distraerla, ve tranquila —besa mi mejilla.

¿Mad o Madison?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora