Capítulo 47

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Subo a mi habitación, Maddie está sentada al pie de la cama de brazos cruzados, me acerco y acomodo a su lado suspirando.

—Maddie... —gira la cabeza para mirarme.

—¿Qué fue lo primero que te dije? —niego con la cabeza.

—Oye —trato de tomar su mano, me evita y se levanta quedando frente a mí.

—No, Sam —suspira —justo este tipo de cosas eran las que no quería que pasaran. Mis problemas no te deben afectar a ti, punto.

—No es tan fácil, yo... —suspiro.

—No, no y no, es muy fácil, ese torneo de tenis es tu futuro y debes ir, no sé ni siquiera como puedes estar pensando en dejarlo pasar, Sam, tú amas el tenis —niega con la cabeza, luego me mira y noto que sus ojos comienzan a ponerse acuosos.

—También te amo a ti —me pongo de pie tomando su cara entre mis manos —y pensar en abandonarte tres meses cuando estás tan mal... Maddie, tú misma me dijiste que me necesitabas más que nunca, quiero estar para ti, eso es todo.

—Pues no —se suelta de mi agarre mirándome con seriedad, aunque unos segundos antes casi creí que me besaría por la mirada y sonrisa tan tierna que se le estaban dibujando en el rostro —cuando dije lo de necesitarte no sabía que tenías que irte a un torneo de tenis tres meses, jamás voy a interferir al tratarse de cosas importantes para ti, esto lo es, como el piano para mí. De obtener la beca voy a tener que irme cuatro años, y tú dijiste que me apoyabas, ahora me toca hacer lo mismo a mí contigo —sonríe leve.

—Lo del piano es diferente, puedo esperarte sin problemas, bueno, por supuesto te voy a extrañar muchísimo, pero sé que es algo que debes hacer. En cambio con esto, Maddie, justo ahora estás en un momento bastante difícil, mi deber como novio es estar aquí, para lo que me necesites —Sonríe.

—Mi amor —su mano se pasea por mi mejilla y un escalofrío me recorre todo el cuerpo —eres demasiado lindo conmigo, y de verdad te agradezco un montón tu apoyo, pero no puedes detenerte por mí, ni aunque me sienta tan mal que no coma ni duerma y solo llore todo el día —me da un corto beso —tú tienes que ir a ese torneo, por mi parte voy a estar muy pendiente de cada uno de tus juegos, enviándote todas mis energías positivas, y te prometo que estaré bien —sonrío ante su hermosa y brillante mirada —tienes que confiar en mí, ¿puedes? —suspiro, ella sonríe —sé que estoy mal, y también que me ves como una niña frágil a la que quieres proteger de todo, pero también sé cuidarme sola, no me voy a sentir mal eternamente —asiento entendiendo su punto.

—De acuerdo, Maddie, iré al torneo, pero... —ríe.

—Voy a estar bien, bobo, tres meses no son nada, te voy a extrañar mucho, pero nos veremos pronto, muy muy pronto —sonrío.

—Está bien —pongo los ojos en blanco —vamos, tenemos clases.

Asiente y tomando nuestras cosas salimos de la habitación.

Maddie se aleja de mí en la entrada para ir a hablar con las chicas y con Dylan, esta semana ha estado como en piloto automático, pero parece que por fin intenta volver a socializar, aunque sospecho que en su mayoría lo hace para que la vea bien y me vaya al torneo sintiéndome tranquilo.

Mis amigos se acercan apenas me ven, Logan me choca el puño y Kyle me golpea el hombro.

—Rubio, te tenemos noticias —río ante la cara sonriente de Logan, si mi amigo se ve así de feliz usualmente es porque algo malo hizo.

—Si es sobre Angeline besuqueándose con el idiota de Dereck Anderson la verdad paso —ambos niegan con la cabeza, Christopher nos ignora metido en su celular, por la sonrisa que trae debe estar hablando con su novia.

¿Mad o Madison?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora