Capítulo 19

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La hermana de Sam me abre la puerta con una sonrisa y me hace pasar.

Son como las 4:30p.m, se supone que debí haber llegado a las cuatro pero tuve una conversación muy larga con mi mamá. Me dijo que la madre de Hailey la llamó para decirle que su hija había llorado toda la noche y que era por mi culpa, por mi parte me limité a explicarle que ella fue la primera en lastimarme y que por eso se acabó nuestra amistad. Toda la conversación terminó cuando mi madre me explicó que entendía que Sam me gustara, de hecho desde antes lo intuía pero que debí haber hecho las cosas de otra manera y Hailey no habría salido tan lastimada.

—"Ahora sé que tenía razón cuando decía que Sam y tú eran más que amigos, pero hija, él estaba saliendo con tu mejor amiga, esa no debió ser la manera de afrontar la situación. Ambos debieron actuar con más respeto por Hailey, si hubieran hablado, de seguro las cosas no terminaban así, claro, ya es demasiado tarde para decírtelo pero me gustaría que lo tengas presente. Estás creciendo, cariño y es normal equivocarse, pero las fallas tienen que convertirse en aprendizajes, de otra manera no sirven de nada".

Fueron sus palabras exactas, le di un gran abrazo, un beso en la mejilla y dándole a entender que todo me había quedado claro salí para reunirme con Sam.

Subo las escaleras hasta el cuarto de Sam, él está acostado en su cama con la mirada fija en el techo, lanza y atrapa una pelota de béisbol.

—¡Hola novio! —grito haciendo que se distraiga, la pelota cae golpeándolo en el estómago, él se levanta y camina hacia mí con una ligera mueca de dolor.

—Llegas algo tarde —me atrae hacia él abrazando mi cintura y me da un corto beso —raro en ti, siempre eres muy puntual —camina para sentarse en la esquina de su cama.

—Lo sé —me siento a su lado —es solo que estuve hablando con mi mamá, fue una larga charla —suspiro y me dejo caer en su cama, él hace lo mismo, pero se gira hacia mí sosteniéndose con él codo para poder mirarme.

—¿Algo como la mía con mi hermana?

—Exactamente igual —me giro para verlo también. —y de hecho al final me dijo prácticamente lo mismo, que debí haber hecho las cosas de una forma diferente.

—Sí, bueno, hablé con Hailey y ya dejamos todo claro, estaba muy triste pero sé que estará bien. De hecho fue una conversación bastante tranquila, ambos actuamos de forma madura, creo que finalizamos bien las cosas.

—Me alegro y espero le vaya bien. Desde que mi mamá habló conmigo dejé mi enojo a un lado porque entendí que aunque ella me había hecho daño, yo también hice lo mismo con lo ocurrido en la fiesta y decidí dejar atrás ese tipo de cosas para concentrarme en todo lo bueno de la vida.

—¿Como por ejemplo? —me dedica una sonrisa pícara que me hace reír.

—Salir con mis nuevos amigos, pasar tiempo con mi familia y Trucha.

—¿Y qué más? —Se acerca, su mano se posa en mi mejilla y rompo la pequeña distancia que queda uniendo nuestros labios.

—Y pasar todo el tiempo posible con el chico más lindo y divertido del mundo, que por cierto es mi novio —digo cuando dejamos el beso.

—También quiero pasar mucho tiempo contigo, Maddie.

Vuelve a besarme, esta vez decido ponerle algo más de intensidad al momento hasta que estoy encima de él y mi cabello rubio cae como una cortina desplegado entre nosotros. Sus labios pasean por mi barbilla hacia mi mejilla, luego vuelven a posarse en mi boca, así pasamos al menos unos cinco minutos hasta que me suelta con delicadeza y acaricia mis mejillas con los pulgares mientras me bajo y apoyo mi cabeza en su pecho.

¿Mad o Madison?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora