El restaurante se ve asombroso y todavía no hemos entrado. A simple vista es un ambiente lleno de personas adineradas en el centro de la ciudad, está ubicado en el último piso de un enorme edificio, lo que nos proporciona una hermosa panorámica de la misma.
En la entrada, un señor que viste de forma muy elegante espera para revisarnos la reservación, Sam no se mueve, está paralizado a mi lado. Para nuestra buena suerte su hermana aparece y lo abraza.
—Vamos, papá nos está esperando adentro.
—Lo sé, pero no me siento listo —respira profundo.
—Lo estás —trato de animarlo —tu hermana y yo estaremos contigo.
Nos toma la mano, avanzamos hasta donde está el señor que nos pide nuestros nombres, Lena se encarga de todo y Sam parece agradecerlo. El hombre es muy amable, luego llega una muchacha que nos acompaña hasta nuestra mesa hasta que finalmente estamos de pie en un elegante comedor. El que imagino es el padre de los chicos se levanta acercándose a nosotros para abrazar a Lena, ella sonríe devolviéndole el abrazo y después hace lo mismo con Sam que se pone un poco tenso pero igual lo abraza de vuelta.
El señor Bradley es muy alto, está igual de elegante que su hijo con otro corbatín, se parece mucho a Sam, pero este lleva el cabello un poco más largo.
—Me imagino que tú debes ser Madison, Lena me ha hablado mucho de ti, soy Patrick, encantado de conocerte —comenta estrechando mi mano.
—Un placer señor Patrick.
Una joven mujer se levanta de la mesa y camina hacia nosotros, su vestido es precioso. Con mucha delicadeza se sitúa al lado del señor Bradley y lo toma del brazo pero sin decir nada, como esperando a que él haga las presentaciones.
—Bueno, chicos, este es el motivo principal por el cual organicé la cena —mira de forma cariñosa a la mujer y la rodea con un brazo —ella es Rachel, mi prometida.
—¿Prometida? —preguntan Sam y Lena al unísono.
—Pensé que solo era tu novia —espeta Sam.
—¿Podemos hablar luego de eso?, ahora quiero que disfruten la cena y conozcan mejor a Rachel —Sam no se ve muy conforme con la respuesta de su padre, pero cuando trata de objetar aprieto su mano y él se calma.
Rachel se acerca a Lena y le tiende la mano, luego hace lo mismo con Sam y finalmente conmigo.
Después de las presentaciones todos tomamos asiento en el comedor, este da justo a un enorme ventanal de vidrio desde donde se puede admirar gran parte del centro de la ciudad. El comedor es de ocho puestos, Sam, Lena y yo nos sentamos de un lado y el señor Bradley y su novia del otro dejando las esquinas libres. Enseguida llega un mesero a entregarnos la carta, el papá de Sam la toma.
—De entrada vamos a querer cinco ensaladas con salmón ahumado, que el plato principal sea pasta a la carbonara y tráiganos una botella de su mejor chardonnay.
—Y una Coca-Cola —agrego haciendo reír al padre de Sam que asiente y le repite el pedido al muchacho.
—Lo olvidé, Lena me dijo que aún eres menor de edad —se disculpa.
El mesero se va con nuestra orden, Lena le sonríe a Sam y puedo observarlo más tranquilo.
—Es un placer conocerlos por fin —habla Rachel, sus ojos verdosos se iluminan —su padre solo ha hablado maravillas de ustedes.
—Es bueno escucharlo —comenta Sam —¿de qué parte de Inglaterra eres?
—Supongo que mi acento me delata —sonríe —de Manchester, de hecho hasta tengo mi tienda de ropa ahí.
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¿Mad o Madison?
JugendliteraturPorque no importa equivocarse, es parte de crecer, lo realmente necesario es aprender a levantarnos y continuar cuando eso suceda. Charles Chaplin dijo "La vida es una obra de teatro que no permite ensayos; por eso canta, ríe, baila llora y vive int...