¿Mad o Madison?

Capítulo 55

Guardo el celular resignándome, no puedo comunicarme con Sam por más que lo intente.

¿Quién era esa chica? ¿por qué se toma tantas confianzas con mi novio?

Todas esas ideas rondando en mi cabeza no me ayudan a concentrarme y necesito hacerlo, para las clases y el piano, no puedo estar estresada.

—Buenos días, Mad, ¿y esa cara?

Dereck se sienta a mi lado sonriendo, quisiera estar sola pero como que él no entiende eso, suspiro y lo observo.

—Nada que te importe —ríe.

—¿Tan malo es lo que te pasa? Vamos, rubia, tú no eres así, o bueno, al menos no has mostrado esa parte de ti.

—Ve a molestar a Angeline o a las demás, no tengo tiempo para tus tonterías, Dereck.

Me mira ofendido, saca una pequeña caja de su mochila y la deja sobre mis piernas.

—A ver, tu mal humor puedes pagarlo con quien quieras menos conmigo, solo soy un amigo que intenta que estés bien, y que te compró un obsequio para tu cumpleaños.

Suspiro, miro la caja sobre mis piernas.

Dereck Anderson llegó a nuestro grupo como el chico que tiene una especie de relación con Angeline, ella dijo que solo serían unas semanas, y de hecho lo cumplió, pero por alguna razón él siguió sentándose con nosotros. A las chicas les agrada, a mí me daba igual, poco a poco empecé a conocerlo mejor y ahora tenemos algo así como una amistad, no hablamos mucho, de hecho creo que solo lo uso como reemplazo cuando Dylan y Hailey están demasiado ocupados para prestarme atención, pero debo admitir que el chico es divertido y sabe escuchar, solo por eso nos llevamos bien.

Dentro de la caja hay un pequeño collar con una nota musical, sonrío y me lo pongo.

—Gracias, Anderson —sonríe.

—De nada, Mad, ahora...

Kyle y Logan caminan hacia nosotros, se paran firmes frente a Dereck, este se va para evitar problemas y los chicos se sientan junto a mí.

—Que ganas tuyas ahora de pasar tiempo con ese idiota —Logan me observa serio.

—Cierto, Mad, él no es una buena persona, no caigas en sus engaños como casi todas las chicas de nuestro grupo —suspiro.

—Ahora no, chicos, gracias por sus consejos pero creo que ya estoy grande como para saber a quien le hablo y a quien no —trato de levantarme pero Kyle me detiene.

—De acuerdo, no seguiremos con eso, pero, solo piensa que nos preocupamos por ti, si Sam no está para cuidarte como sus casi hermanos es nuestra tarea hacerlo —río sin ganas, Logan me mira extrañado.

—¿Qué ocurre, pequeña?

Niego con la cabeza, puedo notar lo extrañados que están debido a mi comportamiento, pero la verdad no quiero hablar con nadie hasta que no lo haga con Sam.

Termino con mis clases y me voy directo a mi casa, papá me abre la puerta, paso directamente hacia las escaleras, él me detiene.

—Esto de estarnos ignorando y salir cuando se te da la gana tiene que parar, hija, por favor, lo que sea que te esté pasando lo puedes hablar conmigo.

Mamá sale de la cocina acercándose a nosotros y luego Charlie, ay, no, no estoy para dramas familiares justo ahora.

Charlie me tiende un dibujo con la cabeza agachada.

—¿Algún día me podrás perdonar, hermana?

Un nudo se forma en mi garganta y trato de no llorar mientras tomo la hoja entre mis manos, papá nos observa.