Capítulo 13

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Han pasado unas tres semanas desde la visita de Sam y he aprendido a llevar las cosas de la forma que corresponde. Él es un excelente amigo y lo quiero mucho, su relación con Hailey va muy bien. Mi amiga ha sido una muy buena influencia y está muy contenta con eso, no puedo pedir más.

Entendí que lo que me pasaba con Sam tal vez era una mala interpretación de nuestros sentimientos de amistad y siendo tan poco experta como soy en el campo de los chicos no es una explicación tan descabellada. Dejé a un lado todo eso y me concentré en mi objetivo, Theo, hasta ahora todo va bien con él y también soy feliz por eso.

Acabo de llegar a mi tercera clase del día, hoy un miércoles muy nublado me sorprendió por la ventana, pero eso no me impidió vestirme con todo el estilo que ahora me caracteriza, claro, con algo más de abrigo. Igual siento que me veo hermosa, eso también me habían dicho Chelsea y Angeline, y como se supone que ellas son "las reinas del estilo" decido creerlo.

—Hoy habrá una pijamada en mi casa, ¿vendrás, Madison? —pregunta Angeline acercándose a mi asiento.

—¿Eh?

—¡Vamos!, ya habíamos hablado de esto, podemos ser amigas, ¿no crees?

Es como la décima vez que me dice eso en lo que han pasado de semanas, por lo que decido aceptar justo cuando Sam y Hailey están entrando al salón y se sientan a mi lado.

—Hola Maddie —Sam me da un beso en la mejilla.

—Hola señor novio —él pone los ojos en blanco, como lo hace ahora desde que lo bauticé con ese apodo para burlarme de las cosas que dijo sobre nunca tener novia, pero actualmente la tiene así que puedo fastidiarlo con eso.

—Muy graciosa —niega con la cabeza —y dime , ¿como van las cosas con Theo?

—¡Tengo un novio hermoso!, es el mejor y hoy saldremos a almorzar.

—Me alegro por ti —dice Hailey algo seria —sabía que lo de él y tú funcionaría.

Hablo en voz baja para que solo mi amiga escuche.

—Oye, las fresas me invitaron a una pijamada esta noche —su cara se llena de asombro.

—¿Y piensas ir?

—Sí, hace unas semanas que se han mostrado muy amables conmigo. Sé que eso da miedo pero creo que deberíamos llevarnos bien y les seguiré la corriente para que no tomen represalias, además, desde que éramos unas niñas queríamos ir a una de esas pijamadas para estudiar de cerca a los especímenes corrompidos por la popularidad —me burlo y ella conmigo.

—Y creo que te ha llegado la hora de averiguarlo ¿verdad?, tienes razón, debes ir, pero mañana me lo cuentas todo.

—Por supuesto —le guiño el ojo, ella me arroja un beso y ríe.

Termina la última clase del día, mi madre me viene a buscar, subo al coche y la saludo con un gran beso en la mejilla.

—¿Por qué tanta felicidad el día de hoy?

—Almorzaré con Theo.

—¡Ah, claro!, el novio de mi dulce princesa, debo admitir que tenía más ganas de que fuera Sam el elegido, pero ahora que él y tu amiga hacen tan bonita pareja creo que está bien que sea Theo.

—Gracias como siempre por tu apoyo, mamá.

Ella sonríe y seguimos el trayecto hasta la casa, pero por alguna extraña razón el carro comienza a hacer ruidos. Mamá decide orillarse y es una sabia decisión porque en cuestión de segundos se apaga.

¿Mad o Madison?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora