Capítulo 20

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Una taza de té recién hecho, una rebanada de pastel de chocolate y varias horas de conversación con mi madre fue todo lo que necesité para olvidar la incómoda charla que había tenido horas atrás con el que ahora consideraba mi insoportable vecino. Ella siempre me escucha atenta, le encanta hablar, hace buenos comentarios o da buenos consejos dependiendo del tema.

Vamos por la segunda taza de té y la conversación sigue fluyendo, antes un poco tensa debido a que el tema principal era Theo y lo ocurrido con Hailey, luego más calmada porque le cuento lo bien que me siento ahora con todos los cambios que he realizado, las nuevas amistades que tengo y mi relación con Sam, que aunque lleva poco tiempo siento que esta vez sí es la correcta.

—Y para finalizar todos estos relatos solo te diré que mañana Sam me invitó a cenar con su padre —anuncio y revuelvo el té con una cucharilla, ella se queda observándome asombrada y corre a abrazarme, sonríe mostrándose feliz por la noticia.

—¿En serio?, ¡cariño, que alegría! Desde que conocí a Sam supe que harían una pareja estupenda, y de haber conocido mejor a ese Theo te habría dicho que no valía la pena, pero bueno, eso quedó en el pasado, aunque todavía me da algo de tristeza lo ocurrido con Hailey, ella y tú llevaban muchos años de amistad.

—Lo sé, me comporté de una forma terrible, pero ya no hay nada que pueda hacer, debí haber hecho las cosas de otra forma, dejé que el enojo me ganara y le dije cosas terribles.

—Bueno, sí, como te había dicho antes, de los errores se aprende, cariño, y el tiempo todo lo cura, pero ahora —me mira con complicidad —debemos ir a buscar un hermoso vestido para mañana.

Subimos a toda velocidad las escaleras dejando en la sala a un padre muy confundido y a una hermanita totalmente concentrada en su trabajo de construcción. Llegamos al cuarto de mi madre, pasamos directo a su enorme armario de donde saca un hermoso vestido blanco con mangas y encaje que luce perfecto para la cena con Sam.

Me lo entrega emocionada y me pide que vaya a probármelo, unos minutos después vuelvo a la habitación llevando puesto el vestido y poniéndome frente al espejo para poder apreciarlo. Es muy corto, dejando mis piernas hasta un poco más arriba de las rodillas descubiertas, también es ajustado, con un toque elegante pero sin dejar de ser juvenil.

—Es perfecto para ti, con estas sandalias altas y este collar completarás el atuendo —comenta entregándome un hermoso collar con cadena de plata y un dije pequeño de color dorado en forma de rosa junto a unas bonitas sandalias altas, pero no tanto como las que Angeline me hizo usar por lo que agradezco mentalmente —te ves increíble, hija, mañana los sorprenderás a todos.

La abrazo fuertemente y voy a mi cuarto para guardar la ropa y prepararme para dormir.

Salgo de la ducha envuelta en la toalla para buscar la pijama, entonces veo que he dejado la ventana abierta y Theo me está observando.

—Vaya vaya, sigues igual de hermosa —dice, pero corro hacia la ventana para cerrarla y no tener que escuchar sus tonterías.

—¡Eres un verdadero acosador! —grito, cierro la ventana y bajo las cortinas para poder vestirme.

Luego de peinar mi cabello subo a la cama arropándome con mi enorme y cómodo edredón decidida a dormir hasta que mi celular suena, lo tomo para ver de quién se trata y me topo con un mensaje de Angeline.

Angie: Hola Mad, mañana las chicas y yo decidimos ir de compras ¿te nos unes?

Yo: Pues, creo que sí.

Contesto de inmediato, Angeline se pone en línea y no tarda en responder.

Angie: Perfecto, te pasaremos buscando mañana a eso de las 12:00p.m.

¿Mad o Madison?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora