Exatlove (Hijo De Octagón)

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Después de presentarme en el aeropuerto con mis compañeros de equipo y conocer de lejos a los famosos nos llevaron a jugar para saber donde dormiriamos, no lo hicimos tan bien por ello nos toco ir al campamento y los famosos a la Fortaleza pero de ahí el único que les dio suficientes puntos fue Rommel, ese tío tiene energía, rapidez fuerza y agilidez, ¡todo!.
De ahí en fuera todos están bien pendejos.
Hijo de la chingada, pinche Mangel jajajaja. Rommel se parece un poquitin a Mangel Rogel.

Ya en la noche salí a caminar por la isla ya que me cuesta dormir, durante un largo rato vi casi el mismo recorrido lleno de árboles, y plantas hasta chocar con una pared de bambú me di cuenta que seguía hasta el mar fui en dirección a este y escuche un ruido mire a otro lado mientras seguía caminando pero al regresar la vista al frente me encontré contra los pectorales de un hombre frente a mi, lo primero que pensé, debe ser alguno de mis compañeros quien me había seguido, pero al mirar arriba esperando encontrar una cara en lugar de ello una mascara me miraba con frialdad, Octagón, me miraba desde arriba serio como si estuviese enfadado conmigo. Me separe de él incomoda por haber tocado su cuerpo —¿Qué haces aquí?— dijo casi como un rugido, me quede como muñeca. Inmóvil.

A ver, a ver debo ponerme firme y demostrarle quien es más fuerte porque a pesar de que mi equipo perdió les di 2 puntos, soy mejor que él —sólo salí a caminar— bueno al menos en estos juegos porque en un cuadrilátero pues no.

—pues llegaste hasta la fortaleza— contesto seco casi se podría tomar como que el tío esta ofendiéndome.

—ya vi, gracias por confirmarmelo— conteste altanera.

—te recomiendo que te vayas a dormir mañana quizá estés cansada y no puedas jugar— vaya el señor le bajo a su tonito.

—gracias por la recomendación pero voy a caminar un poco más- relaje el mío igual, me miro con ¿simpleza? No sé que diablos significa esa mirada, trate de sostenersela pero no pude es muy penetrante, el silencio nos rodea al igual que la incomodidad —amm...peleas genial.

—gracias— sonrió un poco y cuando digo un poco es un poco casi nada.

—soy _______— le di la mano. La tomó, su mano es tibia, un poco suave y grande.

—te conozco— fruncí el ceño de lejos o en el juego supongo.

—¿a sí?— pregunto haciendo memoria.