•Hijo de Octagón si llegas a ver esto, que lo dudo ¿o no?, como sea si lo ves, lo siento pero tenía que hacerlo; un abrazo y ten un buen día•
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En su vida se han visto, en persona claro, si acaso en la telev...
Me meto a la cama y duermo un poco pero más tarde escucho que llaman a la puerta, me levanto un tanto molesta seguro que es el camarógrafo o alguien de la producción, me pongo la playera, enciendo la lámpara y abro la puerta.
—¿quién es?
—ammm...Bu...buenas noches
—¿qué haces aquí?— lo deje pasar.
—¿quieres tomar agua?
—agua— lo miro nervioso y sonrio enternecida —También tengo aquí agua no es necesario que traigas desde tu cuarto— veo que no sabe que decir —¿te quedas a dormir?
—ah, no creo, ¿que pasa si...
—no pasa nada, da igual si nos encuentran, a Daniel y Anto no les han dicho casi nada— abrí la cobija sentándome en el borde de la cama —¿te quedas o no?
Dejó el agua en la mesa y se acerco tímidamente hasta mi, sonreí y me metí en la cama, se acostó un tanto separado mirando al techo, y tenso.
Me acerque más a él y me acosté de lado recargando mi cabeza sobre la mano —¿por qué tan nervioso?— una sonrisa se formó en su rostro —acuestate bien— lo jale y se acostó de lado, dobla sus piernas.
—te ves muy bonita— retire su máscara, la lance no sé donde y acaricie su mejilla.
—me gustas mucho
—te quiero— sus mejillas se ven rojas, su cara esta blanca sus ojos y su mentón se ven un poco morenos pero me gusta como luce.
—es bueno saber que no sólo yo me sonrojo.
—siempre estoy así cuando te veo.
—una dos tres ahhhh— coreo y empezamos a reír.
—somos unos cursis— niega y se acuesta boca abajo —me gusta esta cama— abraza la almohada.
—¿ya no te duele la espalda?
—no mucho— se me ocurre algo, le acaricio la espalda, cierra los ojos y sonríe, le empiezo a masajear los hombros y la espalda baja —gracias— le empiezo a dar golpecitos repetidos y lo hago saltar en la cama —nooooo— se ríe, y pronto gira en la cama y termina subido en mi, deja caer su peso sobre mi.
—¡estas pesadooo! ¡quitateee!— con toda mi fuerza lo levanto y lo empujo. No reímos a carcajadas.
Bosteza y le pongo mi brazo en el pecho.
—ya nos dormimos ¿o qué?
—si— apaga la lámpara de su lado y siento su pie encima de mi. No me molesta, cierro los ojos, sus labios me dejan un beso en la frente y yo también lo hago.
—duerme bien señorita— él se ríe —me encanta tu risa de Chucky— pasa uno de sus brazos, debajo de mi cuello, me sirve de almohada.
—también me encanta tu risa de pájaro loco— resoplo divertida y beso su brazo.
—sueña bonito— le doy un beso en los labios. Cierro los ojos y pronto estoy soñando.
*toc* *Toc*
—noooo, dejenme dormir más — se queja Octa. Le pongo un dedo en los labios para que se calle.
—¡¿quien?!— grito desde la cama, abrazada a Octa.
—tenemos que estar listos en 20— es Pascal.
—Sí, ahorita voy
—no, no vayas— me dice Octa.
—callate— le sonrió. Me quito sus brazos y me levanto de la cama.
—si mejor si ve— dice, siento mi trasero con frío, lo toco y siento que me comí el calzón. Me meto al baño y acomodo mi chon.
Vuelven a tocar.
—¡ahorita voy Pascal!
—soy Rommel— salgo del baño y veo a Octa ya levantado, se alza en hombros y también va al baño. Abro la puerta —¿qué paso?
—¿haz visto a Octagón?
—No— se asoma detrás de mi y una sonrisa gigante y picara se apodera de su cara —¿qué?
—creo que esa es su máscara— volteo asustada y es verdad su máscara reposa en la cama que no ocupamos —dile que lo vemos en el lobby.
—no, no hicimos nada— se va y escucho su risa.
...
—¿Vas a salir o me tengo que bañar en mi cuarto con Rommel?
—si quieres metete— lo reto.
Escucho que se abre la puerta, me escondo detrás de esta. Ya hace rato que termine y estoy vestida, veo su cara desanimada y me burlo.
