31

567 36 8
                                    

Ayer se llevaron a Alberto, fue por que le grito a Rosique y a Limón, en cuanto todos decían que era él el problema se molesto y estalló, sinceramente creo que no regresará, ofendió al "jefe" y eso no creo que se pueda remediar, además ya pelean mucho.

Una vez el el set Rosique nos anuncio la salida definitiva de Alberto.

El juego era por la fortaleza, escuche a Octa quejándose de nuevo por su espalda, entiendo el problema que es dormir allí pero, como ya he dicho antes me gusta estar allí.

Todas las veces que pasé no di ni un punto, al llegar con mis compañeros, les decía que me había puesto nerviosa, o que la lluvia no me había dejado ver y calcular bien mi tiro.

Al ir a la camioneta Octagón choco conmigo.

en cuanto llegues ve a la selva te veo allá— acarició mi hombro —perdona— se disculpó por chocar, pues mi equipo venia hacia nosotros —bien jugado— dijo por último y se fue.

—igualmente— respondió Pascal.

Salí de la casa después de cenar y me perdí entre la maleza.  Esta vez fui yo la que encontró de espaldas a Octa. Por na cabeza se me paso brincarle en cima pero no lo haría, podría lastimarlo más.

—¡Octa!— el mencionado pegó un brinco y después de reponerse empezó a reír conmigo.

—¿cómo les fue al llegar?— pregunte.

—el Travieso se puso algo mal, no le gusta la lluvia y menos el campamento, pero bueno hay para la otra— iba a preguntarle de su espalda —¿qué hiciste hoy?

—sólo dormí un poco

—no, no, no, hablo del juego, me di cuenta de lo que hiciste— ¿se dio cuenta?.

—¿yo?— me señale mirando al suelo.

—si, tú, fallaste los tiros a propósito, ¿por qué ________?— suspire, Octagón me acarició la mejilla.

—quería que descansarás de tu espalda— hable.

—________— beso mi frente —te quiero mucho y por eso me gustaría que ganaras exatlón pero si haces esto no vas a juntar puntos, además esto es una competencia— tomo mi mano —promete que vas a jugar de verdad— él tenia razón no era un juego de beneficencia y si de verdad espera eso de mi, le mostraré de lo que soy capaz.

—lo prometo— una sonrisa se apareció en su cara mostrándome los dientes.

—¿________?— bajo la mirada y luego me miro.

—¿qué?— pregunte extrañada al notar nerviosismo en él.

—¿aun quieres ver mi cara?— trago saliva.

—¿en serio?— asintió cerrando los ojos.

Tome la mascara de su mandíbula y temblando un poco la alce, sus mejillas rasposas me acariciaron las manos, me sentía con mucho calor. ¿qué iba a pasar si no me gustaba su cara?, ¿se avergonzaría y dejará de hablarme?.

Pronto su nariz salio era respingada, sus pómulos anchos y sus mejillas, estaban rojas, sonreí al verlo, su cara no era hermosa pero al conocerlo y verlo tan tierno, definitivamente me enamore. Removí la mascara entera y acaricie sus mejillas.

—eres lindo— murmuro. Él abre los ojos y coloca una mano sobre la mía.

—no sé que decir— mira el suelo.  Sonrio, retiro una de mis manos de su mejilla y le doy un beso.  Suelta mi mano y acaricia mi cabello —tú eres hermosa— escucho como su respiración se agita y traga saliva.

—gracias, ¿qué tienes?— se aleja un poco, yo me acerco.

Voltea y noto como lame sus labios, se ve muy tierno, sus ojos miran mis labios, y ahora yo miro los suyos, tan pequeños y rosados, respiro profundo y me acerco más.

Me paro de puntitas y lo abrazo del cuello, él va a decir algo, pero en un movimiento rápido estrello mis labios con los suyos.

Sus manos rodean mi cintura y me levanta un poco del suelo, sus labios se mueven con lentitud sobre los míos.

Nos separamos y me baja lentamente al suelo.

—te...— digo a medias y respiro.
Escucho un suspiro y veo una sonrisa en los labios de Octagón.

—quiero— acompleta lo que estaba a punto de decir —que...qué...qué quieres hacer?

—¿vamos a sentarnos a ver las estrellas como toda pareja de película?— espero una carcajada de su parte pero a cambio lo veo sentándose en el pasto y me mira para que lo acompañe —enserio—  sonrio y niego con la cabeza divertida. Me siento a su lado y siento como me rodea con su brazo.  Recuesto mi cabeza en su hombro.

Nos quedamos un largo rato platicando hasta que me doy cuenta de que empieza a llover. Le coloco la máscara y me levanto lista para irme.

—te veo mañana, descansa— me besa de nuevo en los labios.

—duerme bien Octa— le sonrio y me voy, giro para verlo y sigue ahí parado con la malo sobre su labio.

Al llegar a la fortaleza noto que Macky sigue juagado al noviecito con Lalo y Daphne. Mira quien habla. Me recuerdo subconscientemente y rio.

—¿corriste mucho?— se acerca Ernesto y se acuesta a lado de mi cama.

Cambiamos las camas para dormir todos juntos en un sólo cuarto.

—sí, vengo muerta.

—¿hasta donde fuiste?— pregunto curioso.

—bastante lejos, di como  5 vueltas y de paso entrene mis tiros.

—algún día hay que ir juntos— propuso soltándose el cabello.

—ajá— mire a la ventana —Ernesto ya tengo sueño.— me quite los tenis y los deje debajo de la cama, saque la pijama debajo de las colchas y me fui al baño a cambiar bajo la mirada confusa de Ernesto.

Me recuesto en la cama y cubro mi cara para quedarme a recordar lo de hace nada.

Sus labios tan suaves, sus cachetes calientitos y sus fuertes brazos, además de su cabello rizado.  Suspire y cerré los ojos imaginando de nuevo esa sensación.

Exatlove (Hijo De Octagón)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora