75

226 11 20
                                    

-¿Entonces no puedes tener hijos?

-No. Soy estéril Alejandro- él suspiro mirando al suelo, no sé si esté pensando en algo bueno o no.

Llevamos dos días sin mencionar nada, he ido con mi doctor me hicieron análisis y revisaron mi historial médico, todo indicaba que no era fértil. Como no encontré el momento para contárselo a Alejandro decidí esperar pero justo hoy después de que él llegara de un entrenamiento me pregunto otra vez lo de tener un bebé y fue ahí cuando supe que era momento de decirle porque así debía ser, no puedo guardar el secreto no es correcto e ni lo indicado.

-ven- me da un abrazo cariñoso. Esperaba que actuara de otra forma y al ver que se comporta tan comprensivo y lindo me suelto a llorar -no llores hermosa- me apapacha -¿te parece si vamos a cenar? Yo invito

-pe...pero

-no pasa nada puedo vivir sólo contigo, no es el fin del mundo, te amo y quiero estar contigo para siempre- sus lindos ojos se llenan de lágrimas -no me debo se enojar, lamento haber actuado así la última vez por que lo único que importa es tenerte aquí- toma una de mis manos y la coloca en su pecho.

-te amo mucho Alejandro- nos besamos.

-¿crees que no lo sé? Sube a cambiarte- se limpia las lágrimas -perdón por andar de chillón

-y me dices a mi- también me limpio las lágrimas y subo por ropa, unos jeans y playera suelta junto con tenis, en lo que me cambio la ropa él sube y también se cambia. No puedo creer que lo haya tomado tan bien.

En el auto vamos escuchando y cantando música la calle ya esta sola pues son las 11 de la noche, todo se ve tan tranquilo, los faros de luz le dan un toque elegante y misterioso a la calle. El aire, los sonidos se escuchan a la perfección con la paz del lugar, nuestro auto es el único en la calle, no hay semaforos por lo cual jugando Alejandro sube la velocidad al auto.

-mira como en una carretera- lo miré preocupada.

-bajale un poquito- el cabrón aceleró más.

-¿así?- 90km/h me sostuve del asiento, en aire era tan fuerte que tuve que subir el vidrio.

-¡Alejandro Escalera baja la velocidad!- él soltó una carcajada -¡¡¡Escalera YA!!! ¡no ves que vamos a...!- mi cara se estampó en el tablero gracias a la 1° y 3° ley de Newton ["todo cuerpo se mantiene en estado de reposo o movimiento hasta que una fuerza externa lo modifique" y "a toda acción hay una reacción de igual fuerza y magnitud pero en sentido contrario"] el rechinido de las llantas tratando de frenar, el olor a humo de las llantas friccionándose contra el pavimento y un grito me hizo saber que acabamos de chocar o pronto lo haremos.

-¡¿estas bien?!- en un parpadeo todo estaba tranquilo de nuevo, las manos de Alejandro me revisaban.

-sí- la adrenalina del momento no me dejaba saber si estaba lastimada o no -¡¿porqué frenaste así?!- él hizo cara de susto y salió del auto como flash. ¿qué atropeallaste Octagón? quite el cinturón de seguridad y salí detrás de él.

Quien se hallaba acuclillado frente a un cuerpo. Me tome el cabello y empecé a marcar a una ambulancia.

¿por qué ahora mismo quiero estar en un circuito de exatlón?

Exatlove (Hijo De Octagón)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora