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Todo el camino al campamento me sentía angustiada. Mi equipo sin embargo se moría de felicidad, los entendía pues en el juego pasaron cosas asombrosas como que Alberto le gano a Rommel.

Al día siguiente salí a caminar angustiada a la playa, no podía soportar saber que tal vez lo eliminarían, estaba aterrada. Me senté en la arena mirando al sol esperando a que hubiesen nominado a Arely, Travieso y no sé igual y Natalia.

—¿Qué haces?— Pascal.

—sólo admiro el mar— se sentó a mi lado y nos quedamos un rato en silencio.

—has jugado bastante bien estos días.

—gracias, también tú.

—he visto que te apartas un poco de nosotros, pero me gustaría que sepas que cuentas con nosotros— lo mire y le sonreí levemente —quieres que me quede contigo.

—gracias.

A la hora del juego, subí a la camioneta, lo único que quería era llegar y ver a Octagón. Entre al set de grabación, nos darían unos minutos antes de empezar, podríamos pasar al baño, deseaba que Octagón tuviese ganas de orinar o algo, así fue lo vi dirigirse al baño, me encamine a este y una vez más alejada de todos corrí hasta Octa, le tome la mano y lo voltee con brusquedad hacia mi.

—¿Estas nominado?— fue lo primero que dije. Sólo necesitaba saber que él estaría conmigo una semana más.

—...— mis ojos se aguaron y mi corazón comenzó a latir con brusquedad y mis manos temblaban.  Lo abrace, lo abrace con toda la fuerza que me quedaba me colgué en su cuello, y respire su aroma, no quiero que se vaya sé que una vez salga alguno de aquí en la vida nos volvemos a hablar, no quiero que pase, al menos necesito un... —jajajajaja— su risa me desconcentro, lo mire a la cara.

Él se moría de la risa, ¿qué le provocaba reír? ¿de qué chingados se ríe?, ¿no sabe que es serio esto de estar nominado? Mi cara era de total confución.

¿de que te ríes?— susurré.

—te lo creíste— entonces entendí, mi cara se puso colorada —no estoy nominado— confirmamos, ya entendí su pinche risa.

—eres un...— le solté y me voltee.

—no te enojes— me toco el hombro.  Empecé a reír un poco, hijo de la chingada me asustó —¿ya se te pasó el enojo?

—ya— lo mire negando con la cabeza, divertida por su broma.

—¿y el de ayer?— ¿ayer? —no te hagas, ayer no sé que te paso pero me veías feo y no quisiste hablarme.

—es tu culpa!

—¿mi culpa?— se toco el pecho.

—¡sí! Por estar besando a Ana!— explote al recordar.

—¿Besar a Ana?— se puso las manos en la cadera y se rasco la barbilla —ahhh! Ya!— me sonrió pícaro —¡¿estabas celosa?!

—¡No! Yo no estaba celosa!

—¿ah no?— miro al techo para esquibar sus ojos —pues la mano de Ana es muy suave y huele bastante bien, me...

—¡callate!— lo amenace con el dedo.

—¡si estas celosa!— quede envuelta en sus brazos. La furia se fue y ese frío y calor que chocan con mi cuerpo se apoderaron del mismo —y encima te preocupas por lo que me pueda pasar— me dio un beso en la mejilla y me soltó —tengo que ir al baño te veo en el juego— sonrió mostrando sus dientes y se fue dejándome hecha una bola de fuego.

Exatlove (Hijo De Octagón)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora