Exatlove (Hijo De Octagón)

17

No me gusta mucho la idea de pertenecerle a alguien pero tratándose de Octagón se puede una excepción.

En la noche salí a la playa, desde lejos vi a alguien sentado allí, llena de curiosidad me acerque.

—hola— hable tímida al darme cuenta de quien se trataba.

—hola— respondió un tanto triste.

—¿Qué pasa?

—extraño a mi hija— respondió tomándose la cara, me dio tristeza verlo así. Había estado llorando y su voz estaba cortada —y...

—¿y? ¿qué mas te pasa?— le tome la mano a Alberto.

—no me gusta que digan que estoy loco.

—no lo estas. Alberto, eres el más sincero y buena gente de todo exatlón, no dejes que un par diga cosas y que te den bajón. En youtube es así casi toda la gente; me dejan comentarios que al principio me partían de furia, yo me esforzaba, por hacer algo bien y bonito, y a cualquier pendejo se le hacia fácil criticar, burlarse de mi y hasta faltarme el respeto, no sólo en la plataforma de youtube sino también en facebook, twitter, ¡hasta en la calle!. Todas las veces que me deje llevar por el dolor y furia, el resultado fue lo mismo: perdí. Una vez me enferme pues mi estrés era tal que me dio temperatura, vomite tal niña del exorcista— Alberto rió —y me desmaye.
A lo que voy es que lo mejor que puedes hacer es ignorarlos, sé que a veces te revienta perder pero es un día de tantos.

—muchas gracias— me dio un abrazo y comenzó a llorar de nuevo, era raro verlo así pero me sentía a gusto con ayudarle un poco en su problema.

Después de un rato me soltó y me levante, le extendí la mano —vamos a dormir— él asintió, lo ayude a levantarse y nos fuimos a dormir.

Al despertar, Nano estaba sentado en su "cama" con su nada agradable mirada sobre mi. Ignoré ese gesto y me empecé a estirar.

—¿Qué tal dormiste?

—bien, gracias. ¿tú?

—también— sonrió, pero era más falsa que nada.

—vamos a practicar para los próximos juegos, ¿quieres acompañarnos?

—sí.

El camarógrafo me dijo que iba a preguntarme algo y me llevó al bosque un tanto alejada de mis compañeros.

—¿qué piensas de Alberto?— me empezó a grabar.

—Es una gran persona.

—¿Crees que Alberto tenga algún problema mental?

—no, creo que él es muy sentimental por venir de Europa y tener una educación distinta a la de latinoamerica.

—gracias— apagó la cámara.

Una vez llegar al juego note la ausencia de la boxeadora.

El juego fue bastante normal, di lo que pude, desafortunadamente no pude hablar con Octa.

Al llegar a la fortaleza me quede fuera, con la ilusión de que Octa se atreviese a venir, me puse a ver el mar y me dió sueño, no abandonaría mi puesto, necesitaba hablar con Octa, no es que fuese importante de hecho si él llegaba a venir, no sabría bien de que hablarle pero estoy segura de querer escuchar su voz, sólo eso.