Vendé mis ojos ignorando lo que eras. Me perdí en al abismo de tus labios, de tus ojos, de tus palabras. Me enamoré de la imagen que proyectabas; sin imaginarme que todo era un juego. Un engaño. Una ilusión. Me dejé cegar por tus palabras rebuscadas...
4. Los negocios son como un juego: Gana aquel que sabe jugar y que sigue las reglas pero siempre para su propio beneficio.
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PARK AVENUE, NEW YORK
PENTHOUSE DE CAMILA
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—Y...—empezó Stephanie mientras observaba a Camila maquillarse en el lujoso baño, de su exclusivo penthouse—, ¿Exactamente en qué momento se te ocurrió este brillante plan? Te conozco desde hace años y esta parte gay de tu ser jamás había salido a la luz—Stephanie vio a Duke recostado cómodamente sobre la cama de Camila y le hizo una seña de que se bajara la cual el perro ignoró completamente.
"El rey Duke Howland ignorando una orden de una simple mortal. Nada nuevo"
—No soy gay—dijo Camila riendo desde el baño—, y jamás he tenido algo que ver con una mujer.
—Pues a mí me parece bastante gay lo que quieres hacer—Camila sonrió saliendo en ropa interior del baño para tomar su traje rojo de cuero—. Ya sabes eso de querer seducir a una pobre chica inocente.
—No necesito ser gay para seducir a otra mujer—dijo Camila colocándose frente al espejo y poniendo su traje de una sola pieza sobre su cuerpo para ver cómo se veía finalmente—. No hice nada extraordinario y la tenía comiendo de la palma de mi mano—empezó a reír—. Basta con ser yo para volver a todo el que me vea loco y ahora sé que loca también.
—Es que tienes una personalidad desbordante y tan atractiva—fue sarcástica pero a Camila no podría importarle menos su opinión y Stephanie lo sabía.
—Lo único que me importa es conseguir ese edificio—Stephanie vio que Duke se recostaba mucho más en la cama golpeándola con sus patas para que se moviera y le diera espacio.
—¿De qué forma exactamente piensas conseguir esos locales? —ambas se vieron a los ojos—. No creo que seducir a una niña de veinte años y jugar con sus sentimientos te ayude mucho. Eso es muy bajo hasta para ti, Camila.
—El fin justifica los medios y no estoy haciendo nada ilegal—sonrió—. Es la hija del dueño; y si logro convencerla de que vender es la mejor opción puede influir en el idiota de su padre. Hoy lo dominó bastante bien así que noté que tiene influencia sobre él. Ahora soy yo la que debe tener influencia sobre ella y usarla para mi beneficio—se encogió de hombros—. Es un plan bastante sencillo y tan fácil porque resulta que ella es gay y se siente atraída por mí. Sin duda parece que la idiota jamás ha recibido atención a pesar de que no es fea—se encogió de hombros—. Eso era algo que no esperaba, pero me viene muy bien. Es el destino que quiere que sobresalga ante todos—se empezó a vestir.
