Capítulo XXVII: "Carlo"

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**CANCIÓN SUGERIDA: "Someday We'll Know- Mandy Moore with Jonathan Foreman" 

"Los Cincuenta Pasos del Éxito Empresarial"

Escritos por: Camila E. Howland Allen.

27. La frase "Prueba y Error" no debe funcionar jamás en tu vocabulario más que para las clases del empresario mediocre que se quedó en la universidad tratando de enseñarte como hacer negocios sin haberlo vivido jamás.

Ellos te dicen "se hace una prueba y luego de equivocarse se vuelva a intentar". Eso es una pérdida de tiempo y dinero.

Si se hace una prueba es con el fin de que salga bien; se planifica, se piensa antes de actuar y se realiza y no existe el error en la planificación detallada.

Así es como trabaja un verdadero empresario. Así trabaja Camila Howland.

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UNIVERSIDAD DE NEW YORK:

—Es muy raro que no apareciera tu amiga—Camila sintió los labios de Lauren en su mejilla mientras las dos permanecían aún dentro del coche—. Pero eso es bueno para mí—Camila le sonrió sensualmente a Lauren y alzó su dedo índice indicándole que se acercara.

Lauren no dudó en inclinarse hacia su esposa y sus labios la besaron profundamente. Los ojos de Camila se abrieron mientras el beso de Lauren era apasionado y sonrió al ver a Jazmín observarlas cerca del coche. Los ojos de Camila se volvieron a cerrar e intensificó el beso haciendo que Lauren gimiera y le acariciara las piernas con pasión.

Camila había visto a Jazmín antes que Lauren ya que estaba de espaldas. Prácticamente estaba dándole la oportunidad perfecta para apartarla para siempre de la vida de su esposa y mostrarle que Lauren le pertenecía.

—Si esa idiota no viene podemos ir a comer tú y yo—dijo contra la boca de Lauren y la vio fijamente al darse cuenta que había desaparecido.

—No creo que comida sea lo que tengas en mente—Camila puso los ojos en blanco con irritación.

—Hablo de sentarnos en un restaurante y comer algo delicioso mientras hablamos sobre nuestro matrimonio—Camila la vio con intensidad—. La conversación que tuvimos hoy fue muy seria y entendí muchas cosas, Lauren. Quiero que hagamos las cosas bien, y también quiero hablarte acerca de ciertas cosas que me dijo Lewis sobre tu herencia.

Al mencionar la herencia los ojos de Lauren dejaron de brillar y Camila lo notó su ceño se frunció pensando en la razón del cambio, ahora tenía que estar más atenta que nunca a Lauren y sus reacciones.

—La otra opción es ir a casa y hacerlo por horas hasta que no sientas las piernas o cualquier cosa de la cintura para abajo—Lauren alzó la mirada sorprendida y tan sonrojada que Camila empezó a reír—. Estoy jugando, señora Howland. No solo pienso en sexo—le guiñó un ojo—, pero si no quieres que sea así no deberías ponerte esos pantalones que te hacen ver tan sexy—Lauren sonrió enormemente al escucharla y Camila le guiñó un ojo—. Vamos por las dos ridículas de tus amigas y vamos a comer a alguna restaurante francés—Camila le tocó la mano a Lauren suavemente—. Yo invito.

Lauren vio a su alrededor buscando alguna señal de Jazmín y luego se giró para ver a Camila que le sonrió.

—Dinah no trae su coche—Camila observó a su esposa—. Mintió para que pudiéramos hablar.

—Entonces le compraré un postre y a ti también—Lauren le acarició la mejilla suavemente y Camila la vio a los ojos—. Helado de vainilla con nueces sobre un brownie recién horneado, ¿cierto? —Lauren frunció el ceño al escucharla.

BlindfoldedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora