Vendé mis ojos ignorando lo que eras. Me perdí en al abismo de tus labios, de tus ojos, de tus palabras. Me enamoré de la imagen que proyectabas; sin imaginarme que todo era un juego. Un engaño. Una ilusión. Me dejé cegar por tus palabras rebuscadas...
12. La palabra fracaso jamás debe estar en tu vocabulario como empresario. Solo existe la palabra oportunidad. La oportunidad de demostrarte a ti mismo que puedes hacer las cosas bien.
Equivocarse no significa desistir, solo significa reinventarse.
Reinventarse no es cambiar de plan, es simplemente usar otra estrategia para llegar a la meta.
A tu plan A.
$~*~$
DIEZ DÍAS DESPUÉS
MAÑANA DE LA BODA
TRIBECA, NEW YORK
FUTURA CASA DE LA FAMILIA HOWLAND-SCOTT
Camila observó el amanecer mientras se llevaba una taza de café a los labios y daba un pequeño sorbo. Sin duda los amaneceres no cambiaban, pero la forma de apreciarlos era muy diferente desde su penthouse en el último piso de un edificio prestigioso que desde la terraza de su nueva casa en Tribeca.
Una casa que compartiría con la que sería su "esposa" en unas cuantas horas. Camila vio a su alrededor y se dio cuenta de lo diferente que se veía después de que Lauren pasara los últimos diez días decorando todo. Los ojos de Camila viajaron por las paredes tapizadas de sus fotografías y tuvo que admitir que eran buenas. Después de todo podía aceptar que Lauren no era completamente incapaz.
Camila respiró hondo y escuchó el sonido de la puerta abriéndose. Se giró encontrándose a Lauren en el umbral.
—¿Qué haces aquí? —le preguntó directamente y Lauren entró a la casa cerrando la puerta y mostrándole dos bolsas de comida.
—Te traje tu desayuno porque sabía que solo tomarías café—Camila la observó fijamente.
—Pensé que tenías la idea de no vernos antes de nuestra boda—Camila no se movió de donde estaba—. Eso fue lo que me dijiste ayer que no quisiste dormir en mi cama y te fuiste con tus padres.
—Esa era la idea—sonrió Lauren—. Pero en unas horas voy a prometer cuidarte y esta soy yo obligándote a desayunar algo más que una taza de café—Lauren dejó las bolsas sobre la mesa y se acercó a Camila que estaba únicamente con una bata de seda. Los ojos de Lauren la recorrieron y suspiró al estar frente a ella—Te ves preciosa—Camila no respondió dejando la taza de café sobre una de la mesas cerca del sofá—. Me encanta ese conjunto que usas para dormir. El color azul te queda muy bien.
Camila ignoró el cumplido y se quedó observando a Lauren de arriba abajo con lo profesional que se veía. Era muy temprano y Camila aún tenía dos horas para llegar a su trabajo que solo sería de media jornada por las fiestas y luego tendría vacaciones, las cuales aprovecharía para su luna de miel.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
