Vendé mis ojos ignorando lo que eras. Me perdí en al abismo de tus labios, de tus ojos, de tus palabras. Me enamoré de la imagen que proyectabas; sin imaginarme que todo era un juego. Un engaño. Una ilusión. Me dejé cegar por tus palabras rebuscadas...
16. Un empresario puede darse el lujo de cometer algunos errores, pero jamás debe aceptar que se equivocó. Cada cosa que pase es una estrategia que ha sido modificada para obtener siempre el plan A. "Jamás te equivocas, todo es intencional".
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COMMUNITY ACCESS, NEW YORK
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—Que linda esas flores—dijo una voz amable mientras una persona le extendía un pequeño ramo de flores silvestres—. ¿Son para mí?
—Linda como las flores—fue lo que respondió la persona y la enfermera de ojos amables sonrió tomando las flores entre sus manos. Las flores un poco rotas pero al final de cuentas era un regalo especial—. Hermoso día. Hermoso inicio.
—En eso tienes razón es un hermoso día para salir a pasear—tomó la silla de ruedas dándole vuelta—¿Dónde te gustaría ir hoy? ¿Al parque?
—Ella vendrá—dijo la mujer y la enfermera hizo una mueca con tristeza.
—Ella está fuera, Susan—murmuró la mujer—. No va a volver hasta dentro de algunos días.
—Ella viene siempre. Ella es la flor—señaló las flores que cubrían la hermosa residencia—. Ella siempre regresa.
—Está fuera pero hoy es un día importante, Susan—dijo la enfermera caminando por el enorme pasillo de la casa de campo a las afueras de la isla de Manhattan con unas hermosas vistas y una tranquila serenidad—. Hoy vamos a darle la bienvenida a un nuevo año. ¿No te da gusto?
—Ella es la flor—repitió la mujer sin prestar atención mientras la enfermera tomaba una de sus flores y la ponía en las manos de la persona en la silla de ruedas—. Ella es mi flor.
—Lo es—le dijo la enfermera sonriendo y girándose para quedar frente a la mujer que solemnes ojos marrones y mirada vacilante—. Sé que la quieres mucho, pero hoy no podrá estar aquí. Pero nosotras vamos a pasar un buen momento con los demás de la residencia en la fiesta fabulosa que tendremos en la noche.
—Ella vendrá—escuchó la enfermera que suspiró poniéndose de pie y entiendo que sería imposible tener una conversación ese día porque el único objetivo de Susan era esperar.
Esperar por alguien que jamás llegaría.
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ESTOCOLMO, SUECIA
—¿Cómo te trata Suecia? —preguntó Stephanie al otro lado mientras Camila se alejaba del lugar donde Lauren estaba probándose unos vestidos para la fiesta de esa noche.
