Vendé mis ojos ignorando lo que eras. Me perdí en al abismo de tus labios, de tus ojos, de tus palabras. Me enamoré de la imagen que proyectabas; sin imaginarme que todo era un juego. Un engaño. Una ilusión. Me dejé cegar por tus palabras rebuscadas...
**CANCIÓN SUGERIDA: "All Night-Lauren Jauregui and Steve Aoki"
"Los Cincuenta Pasos del Éxito Empresarial"
Escritos por: Camila E. Howland Allen.
17. Hay momentos en tu vida donde como empresario te aferras a una idea para mantenerla a flote, pero no siempre son las más inteligentes. Mente sobre sentimientos.
Recuerda que un empresario siempre actúa en base a su mente. Porque los sentimientos son y siempre han sido una debilidad.
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UNA SEMANA DESPUÉS
ATENAS, GRECIA
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—¿Podrías pasarme la botella con agua? —le dijo Camila a Lauren respirando agitadamente mientras se sentaba agotada en una de las bancas del Jardín Nacional de Atenas.
—¿Estás cansada? —dijo Lauren sacando la botella rápidamente y de la mochila que colgaba de su espalda y que había bajado al suelo para hacer lo que le pedía Camila.
—No soy la mejor atleta del mundo—dijo tomando la botella y abriéndola dando un trago enorme para sentir alivio—. No soy como tú que parece que caminas casi 16 hectáreas diarias porque estás muy tranquila mientras yo estoy ahogándome en mi propia saliva.
—Es que todo esto es tan hermoso—tomó una toalla en su mano y se puso de pie sentándose al lado de su esposa. Lauren tomó la botella y puso un poco de agua en la toalla humedeciéndola y se la mostró a su esposa—. Esto va a refrescarte, mi amor—Camila intentó tomar la toalla pero Lauren negó—. Déjame a mí, cariño.
Camila no dijo nada cuando Lauren empezó lentamente a pasar la toalla por su rostro refrescando al instante su sudada piel. Camila suspiró de placer al sentir lo fresco del agua pasar por su rostro y luego por su cuello. Mientras los ojos verdes de Lauren recorrían cada una de sus facciones con amor. Verla con una gorra y su cabello suelto y no en su acostumbrado moño de trabajo, zapatillas deportivas, un jeans azul y una sencilla camisa blanca era más de lo que Lauren podía aguantar así que cuando terminó de pasar la toalla por el rostro de su esposa se inclinó para besarla.
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