Vendé mis ojos ignorando lo que eras. Me perdí en al abismo de tus labios, de tus ojos, de tus palabras. Me enamoré de la imagen que proyectabas; sin imaginarme que todo era un juego. Un engaño. Una ilusión. Me dejé cegar por tus palabras rebuscadas...
13. Algunas veces es bueno descansar de la rutina. No siempre puedes ser sorprendente. Debes relajarte y recapitular para empezar de nuevo y hacer lo que mejor haces: ganar.
$~*~$
HORAS DESPUÉS:
THE PENINSULA, NEW YORK
UNA HORA PARA LA BODA
HABITACIÓN DE CAMILA:
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—No puedo negar que te ves preciosa—dijo Stephanie observando a Camila moverse de un lado a otro frente al enorme espejo de la suite presidencial del hotel.
—Claro que me veo preciosa—Camila arregló su hermoso vestido blanco viéndose de arriba abajo en el espejo—. Es un vestido de veinticinco mil dólares.
—¡¿Veinticinco mil dólares?! —se sorprendió Stephanie mientras se acercaba a Camila que la veía con los ojos entrecerrados en el espejo—. Y yo que pensé que iban a ser cien mil y que llevarías colgado los billetes por el vestido para que todos vieran lo mucho que tienes—Camila puso los ojos en blanco—. Digo...porque esa fiesta y todo el proceso de la boda para ser una farsa se ve muy real y costosa.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Es real, estúpida—dijo Camila girándose para encararla—. Voy a firmar el acta de matrimonio y ante el mundo Lauren será mi esposa.
—Nadie va a dudar de eso si en la parte carnal las dos están más que firmadas, confirmadas, realizadas y experimentadas—Camila la vio con los ojos entrecerrados y Stephanie levantó las manos en señal de rendición.
—¿Eres comediante, Stephanie? —fue sarcástica al preguntar—. Lo digo porque estás a un paso de terminar animando fiestas de cumpleaños, porque voy a dejarte sin trabajo por muy amiga mía que seas.
