Capítulo XXXIV: "Elizabeth Allen" (P.2)

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**CANCIÓN SUGERIDA: "Help Me Out- Maroon 5 ft. Julia Michaels"

"Los Cincuenta Pasos del Éxito Empresarial"

Escritos por: Camila E. Howland Allen.

34. Algunas veces debes ser paciente y esperar por el resultado. No existe mayor satisfacción de ver como el tiempo se encarga de darte lo que siempre te perteneció.

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1/3 DEL MARATÓN

FLASHBACK

MIAMI, FLORIDA

NUEVE AÑOS ATRÁS

—¡¿Dónde demonios está?! —gritó el hombre joven con marcado acento italiano mientras entraba a la habitación donde una mujer cómodamente leía un libro.

—Un buen día para ti también—respondió la mujer sin levantar la mirada del libro.

—No estoy para tus juegos, Susan—la mujer mayor cerró el libro y vio al joven frente a ella—. Mi padre está furioso con ella porque rechazó a dos clientes esta mañana. Dos clientes que pagaron mucho por ella.

—Si tu padre quiere que la próxima vez la maten y su mina de oro se acabe entonces deberías obligarla a trabajar—habló con dureza—. Está lastimada y yo me encargué que los caballeros que tu padre envió recibieran su atención. Ella no podrá trabajar esta noche.

—No estoy para tus juegos, Susan—la vio furioso—. Dile a esa estúpida que se pare de esa cama o yo mismo iré a levantarla. Debe de estar lista para esta noche porque tengo a un cliente para ella. Lo va a atender y va a dejar que se la folle hasta el cansancio que fue para lo que él pagó.

—No esta noche—Susan fue firme en sus palabras y recibió la mirada de odio de Eric—. Yo lo atenderé.

—No te quiere a ti—dijo Eric con frialdad—. Quiere a Elizabeth, y más te vale levantarla de esa cama y usar tu magia para taparle los golpes y que vuelva a su trabajo, de lo contrario la echaré a la calle—Susan vio al adolescente con rencor—. No importa que se me vaya mi puta personal—Susan desvió la mirada—. Arréglalo, Susan. De lo contrario atente a las consecuencias. Te recuerdo tu lugar y no te creas más de lo que eres. Eres una puta igual que ella—Susan apretó la mandíbula pero no dijo nada—, nunca lo olvides.

Eric Rizzo salió de la habitación y Susan bajó la mirada respirando hondo viendo la puerta que había cerrado.

—Jamás olvido lo que soy—fue su respuesta y escuchó la puerta que dividía la sala de estar de su habitación principal y se giró para observar a Camila. Su rostro lleno de moretones que tenían un tono verdoso—¿Qué haces de pie?

—Debo ir a prepararme—dijo Camila sosteniéndose el abdomen que con cada paso que daba dolía enormemente.

—No irás a ningún lado, pequeña—Camila respiró hondo.

—Tengo que ir, Susan—murmuró—. No puedo permitir que Eric me eche a la calle. No hasta que consiga el dinero suficiente para pagar mi universidad y mis papeles.

—¿Fuiste dónde te envié días atrás para ver lo de tus papeles? —Camila bajó la mirada.

—Casarme para conseguir mis papeles no es una opción para mí, Susan—explicó Camila rápidamente—. Quiero hacerlo por mi propio mérito y no quiero estar atada a nadie o exponerme a que me deporten. Quiero que las cosas salgan como yo quiero y para eso debo seguir mi plan.

BlindfoldedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora