Capítulo XXXV: "Elizabeth Allen" (P.3)

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**CANCIÓN SUGERIDA: "Weekends- Amy Shark"

"Los Cincuenta Pasos del Éxito Empresarial"

Escritos por: Camila E. Howland Allen.

35. Si llegas a este punto, y con solo quince pasos restantes es momento de releer los pasos anteriores y darte cuenta que algunas variantes pueden suceder a medida que el plan se va efectuando. No pierdas la visión de tu objetivo aunque parezca imposible. Rendirse no está en nuestro vocabulario.

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2/3 DEL MARATÓN

MIAMI, FLORIDA

MANDARIN ORIENTAL HOTEL

—No tienes ni debes decir nada, Lauren—fue sincera—. Solo estoy tratando de cumplir lo que le prometí a Frederick antes de que muriera. Le dije que le entregaría la fortuna que le correspondía a su nieto. Él me dejó todo su dinero. Está a salvo en una cuenta y ha estado esperando por Carlo; y finalmente Eric necesitó dinero lo que hizo que revelara donde está el niño—Lauren no podía creer lo que escuchaba—. No lo presione. No es mi estilo—sonrió Camila mostrando una parte de ella que Lauren desconocía y que le dolía—. Dejé que el tiempo fuera poniendo las cosas en su lugar y por eso estoy aquí. Voy a llevarme a ese niño, darle su herencia y entregarlo a su verdadero padre.

—¿A su verdadero padre? —Camila sonrió y asintió—. ¿Sabes quién es?

—Siempre lo supe—Camila volvió a sonreír—. Norton—dijo Camila haciendo que Lauren sintiera su corazón acelerarse ante lo que esa verdad—. Jonathan Norton es el verdadero padre de Carlo.

—¿Jonathan Norton? —Lauren vio a Camila fijamente—. ¿Tu ex amante?

—Si—dijo Camila rápidamente—. Es una de las razones por las que me acerqué a él en primer lugar cuando Frederick me habló del pasado de Claudia, su hija. Quería saber quién era el padre del niño y si había una posibilidad de que pudiera interferir con alguno de mis planes. Terminó siendo un hombre atractivo.

—Y casado...—dijo Lauren y Camila la vio a los ojos.

—Pero cuando lo conocí no lo era, aunque admito que todo se puso más físico ya cuando tuvo su argolla de matrimonio hace un par de meses cuando volvimos a vernos—se encogió de hombros—. Me dio curiosidad y una cosa llevó a la otra. Nos acostamos algunas veces.

—Sé perfectamente tu historia con ese tipo—Lauren habló con frialdad—. No quiero saber nada más de él. Tampoco te quiero cerca de él.

—¿Te dan celos? —le preguntó con burla, y Lauren desvió la mirada.

—Soy tu esposa—Lauren bajó la mirada—. Muero de celos cada vez que mencionas a un ex amante porque me pongo a pensar en que con ellos estuviste por propia voluntad, mientras conmigo todo lo hiciste por un contrato. Porque querías algo de mí y no era precisamente sexo—Lauren apretó su mano en un puño—. ¿Crees que para mí fue fácil saber que solo era otro proyecto para ti? Que me enamoraste y me engañaste por un hotel.

—Si me acuesto contigo es porque quiero hacerlo, Lauren—la voz de Camila fue firme sin darle lugar a dudas—. Me gusta acostarme contigo, me encanta el sexo contigo—la vio fijamente—. Mis ex amantes no importan cuando te tengo a ti dándome el mejor sexo de mi vida; y ahora sabes que he tenido mucho para comparar—Lauren la vio con incredulidad por lo fría de su forma de referirse a un pasado tan tormentoso y horrible.

Sus palabras eran crudas, frías y Lauren sabía que para Camila solo era un juguete. El plan que Lauren había ideado para contraatacar el de Camila había fallado.

BlindfoldedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora