Capítulo XIX: "Cosas de Pareja"

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1/2 DEL MARATÓN


"Los Cincuenta Pasos del Éxito Empresarial"

Escritos por: Camila E. Howland Allen.

19. Las personas que te temen siempre van a buscar la forma de querer verte fracasar. No lo permitas. Porque nada es más satisfactorio que ver la cara de aquellos que no confiaban en ti llenarse de fracaso al saber que no pudieron vencerte. Nunca dudes de tu capacidad, para eso están los envidiosos.

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FLASHBACK

DIEZ AÑOS ATRÁS

CIUDAD DE MÉXICO

—Sigo sin estar muy segura de esto, hijita—dijo la mujer mientras veía a su hija de dieciocho años moverse de un lado a otro recolectando sus cosas en la pequeña maleta de viaje.

—No pienso quedarme aquí, mamá—fue la respuesta de Camila Allen mientras veía a su madre fijamente—. Aquí no tenemos oportunidad de nada—Camila vio a su madre sentarse al borde de su cama que escuchó crujir por lo vieja que estaba. Camila se puso de rodillas frente a su madre tomando sus manos llenas de llegas por tantos años trabajando—. No tenemos futuro si nos quedamos aquí y lo sabes mamá. Necesitamos otro tipo de vida, más oportunidades y aquí no vamos a tenerlas.

—Pero este es nuestro hogar, Camila—los ojos de ambas se encontraron—. Vamos a dejar todo lo que tenemos, que aunque es poco es seguro y vamos a aventurarnos a un lugar que no conocemos.

—No quiero ofender tu trabajo, mamá—dijo una Camila recién graduada de la preparatoria—, pero no pienso trabajar limpiando edificios toda mi vida. Quiero estudiar, superarme pero no quiero hacerlo aquí en México. Quiero que tengamos una mejor vida. Sé que solo somos nosotras dos, pero podemos lograrlo si lo hacemos juntas. No seas conformista, madre. No es la mentalidad de la mujer fuerte que me sacó adelante sola.

—No sé trata de conformismo sino de cuidar nuestra vida. Es tan peligroso, Camila. Vamos a arriesgar nuestra vida y aventurarnos a un lugar del que jamás podríamos salir—Camila negó.

—La persona que va a ayudarnos hará las cosas más fáciles para nosotras, madre—ambas se vieron fijamente—. Será un viaje duro pero no será ni la mitad de difícil que es para otras personas. No si le pago lo que él pide y ya lo tengo. Ya lo hice. Está todo arreglado.

—Camila...—ella negó.

—No importa como obtuve ese dinero, madre. Te dije que no pensaras en eso porque lo hice por nosotras—ella la vio decidida—. Lo que importa es que hiciera lo que hiciera ya está en mis manos y lo vamos a usar para salir de este lugar—se puso de pie y siguió haciendo su maleta decida mientras su madre se ponía de pie de igual forma y acariciaba su espalda haciendo que Camila suspirara y sus ojos marrones que algunas vez brillaran de ilusión ahora eran fríos y melancólicos.

—¿Por qué hiciste todo eso, Camila? —la joven simplemente negó sin querer recordarlo. No quería volver recordar las cosas que había hecho pero sabía que había valido la pena porque ahora tendría un mejor futuro que ese—. No valía la pena, hija mía. No era necesario que tu vida cambiara así. No de ese modo—el dolor era palpable en la voz de la mujer al ver a su hija tan cambiada.

—Si valió la pena—respondió segura—. Yo haré que lo que hice valga la pena al poder salir de este país donde no tenemos oportunidad de nada, madre. No voy a conformarme con nada menos que mis sueños. Nadie va a decirme que no y mi plan no va a cambiar—vio a su madre—. No podemos permitirnos cambiar de plan cuando estamos tan cerca de tener algo mejor, madre. No es una opción. Quiero trabajar por un futuro donde en realidad pueda tenerlo.

BlindfoldedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora