(TN) bostezó.
—Tengo muchísimo sueño. En cuanto lleguemos, voy a echar una buena siesta.
—Vas a tener que conformarte con dormir de noche. El circo no mantiene a inútiles; todos trabajamos, incluso los niños. Vas a tener que
hacer cosas.
—¿Esperas que trabaje?
—¿Acaso temes romperte una uña?
—No soy la niña mimada que crees.
Él le dirigió una mirada de incredulidad.
—Sólo quería decir que no sé nada del mundo del circo.
—Aprenderás. Joe Levine, el tipo que normalmente se encarga de la taquilla, tiene que ausentarse durante un par de días. Ocuparás su lugar
hasta que vuelva, suponiendo, claro está, que sepas contar lo suficiente como para devolver bien el cambio.
—Con las monedas de curso legal, sí —respondió ella con un deje de desafío.
—Después tendrás que encargarte de algunas tareas domésticas. Puedes comenzar por poner algo de orden en la caravana. Y agradecería una
comida caliente esta noche.
—Y yo. Tendremos que buscar un buen restaurante.
—Eso no es lo que tenía en mente. Si no sabes cocinar, puedo enseñarte lo básico.
Ella reprimió su enfado y adoptó un tono razonable.
—No creo que intentar que me encargue yo sola de todas las tareas domésticas sea la mejor manera de empezar con buen pie este matrimonio.
Deberíamos repartirnos el trabajo equitativamente.
—De acuerdo. Pero si quieres un reparto equitativo, tendrás que hacer también otras cosas. Actuarás en la presentación.
—¿En la presentación?
—En el espectáculo. En el desfile con el que se inicia la función, y es obligatorio.
—¿Quieres que actúe en la función?
—Todos, menos los obreros salen en el desfile.
—¿No crees que deberías hablarme un poco más de ti? Contarme algo sobre tu vida.
—No veo por qué.
—Porque estamos casados. A cambio te contaré cualquier cosa que quieras saber de mí.
—No hay nada que me interese saber de ti.
Eso hirió los sentimientos de (TN), pero de nuevo no quiso darle más importancia de la que tenía.
—Nos guste o no, ayer hicimos unos votos sagrados. Creo que lo primero que deberíamos hacer es preguntarnos qué esperamos de este matrimonio.
Él meneó la cabeza lentamente. Ella nunca había visto a un hombre que pareciera más consternado.
—Esto no es un matrimonio, (TN).
—¿Perdón?
—No es un matrimonio de verdad, así que quítate esa idea de la cabeza.
—¿De qué estás hablando? Por supuesto que es un matrimonio de verdad.
—No, no lo es. Es un acuerdo legal.
—¿Un acuerdo legal?
—Exacto.
—Ya entiendo.
—Bien.
La obstinación de Harry la enfureció.
—Bueno, pues ya que soy la única involucrada en este acuerdo legal por el momento, intentaré que funcione, tanto si quieres como si no.
—No quiero.
—Harry, hicimos unos votos. Unos votos sagrados.
—Eso no tiene ningún sentido, y tú lo sabes. Te dije desde el principio cómo iban a ser las cosas. No te respeto, ni siquiera me gustas, y te aseguro
que no tengo ni la más mínima intención de jugar a las casitas.
—Estupendo. ¡Tú tampoco me gustas!
—Veo que nos entendemos.
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¿Odio o amor?
Fanfiction(TN) es una chica que toda su vida ha vivido rodeada de lujos, cuando es obligada a casarse con el misterioso Harry Styles por un plazo de 6 meses su vida da un vuelco de 180°. ¿Podrá soportar siquiera una semana viviendo de esa manera?