28. Me rindo.

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– oh película culia buena, te lo juro. – le dije al luquitas, mientras salíamos de la sala de cine.

– sí weon, y eso que no soy fan de marvel, no me gustan mucho las películas de super héroes. – ¿como no va a ser fan de marvel? Si las películas son muy buenas.

– whaaaat, primera persona que me dice eso.– dije riendo, no todos los días encontrabas personas con este particular pensamiento, ah.

Aún después de ver la película, lo veía como decaído, estaba triste y eso se notaba al ver la mueca inconsciente que llevaba en su rostro ¿será por la wea del chupón? Ojalá que no.

– oye ¿al final vienes con nosotros en el auto?. – pregunté para meter conversación.

– lo dudo, tengo cosas que hacer, y creo que no estoy de ánimo como para verlos a los dos juntos. – sí, es por el chupón. puta la wea, me siento mal ahora, pero ¿qué podría hacer? ¿Decirle que me gusta y quedarme con él? no po, me gusta, sí, pero no es lo mismo ¿estaré siendo muy weon por dejar pasar esta oportunidad? Creo que voy a tener que hablar seriamente con la almohada hoy.

Aaaah, weon me odio, si tan solo no le hubiera correspondido el beso ese día, él no se estaría ilusionando tanto, soy un estupido.
Me quedé callado cuando dijo eso, tampoco le iba alegar, si yo estuviera en su situación me sentiría como el pico.

No tuve la necesidad de llamar a jungkook para encontrarlo, de echo se encontraba a unos metros de distancia solamente, eso sí, hablando con una mina.

¿Quién es esa weona?

el luquitas me miró y yo lo miré a él, instantáneamente me dio la mano, creo que supuso que si veía a jungkook con otra persona me pondría celoso, no se equivocaba.

Cuando nos acercamos, jungkook dirigió una mirada hacia nosotros, luego a nuestras manos entrelazadas, para volver a hablar con la mina que estaba al frente de él.

Ya estando frente a frente la saludamos, no quería quedar como un celoso culiao, si ni siquiera éramos nada, así que me abstuve de preguntar quién era, así que el luquitas se avispó y preguntó

– ¿quién es ella?.– dijo curiosamente. Era baja, era bonita, pero ni tanto, más bien simple, era media morena, tenía el cabello corto, como hasta los hombros, fea la culia, chao, me cayó mal.

– oh, ella es la hija de unos amigos de mi papá, se llama Carla.– ¡más encima se llamaba Carla! Maten a esa culia, yo no creo en las coincidencias, hay que quemarla, lo exijo.

Ella solo nos miro tímidamente. Ah, que venir a hacerte la santa conchetumare, seguramente ayer te atragantaste con treinta picos y ahora quieres el de jungkook, mátate.

– Ehhh, bueno, me tengo que ir ahora, pero después podemos seguir hablando, algún día podemos juntarnos.– dijo sonriéndole a jungkook. M-a-r-a-c-a, comencé inconscientemente a apretar la mano del Lucas, él solo se encargaba de intentar tranquilizarme a base de pequeñas caricias con su pulgar.

– claro.– le dijo jungkook sonriéndole de vuelta, bastardo.

Cuando ya se había ido, el Lucas me mira y dice:

– yapo mi amor, yo igual me tengo que ir, cuídate y cuando llegues a tu casita abrígate harto, ya veo que te resfrías y no podré darte besitos.– dijo melosamente mientras hacía un bonito puchero, luego, acercándose un poco hacia mi, dejó un casto beso, no sé si podría considerarse como uno, fue solo un roce de labios.

El mall chino [KookMin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora