64. Estoy aquí.

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Podía gritar por toda la casa con la emoción que sentía en estos momentos, estafa re eufórico porque kookie se venía mañana a chilito querido.

Aaaah quiero gritar y llorar, lo extrañé tanto, extrañé sus caricias, sus besos, regalonear con él, exactamente todo por la rechucha.

Aunque bueno, a la hora después me encontraba depresivo en mi cama, llorando.

– ¿cómo que en un mes más kookie? Por favor no, dime que es webeo ¿no vai a estar ni pa navidad ni Año Nuevo?.– le decía a mi pololo por el celular. Más triste que la mierda.

– mi amor, créeme que no lo planeé, lo único que quiero es estar conmigo.

Si quisieras estar conmigo ya lo estarías...– dije más triste que la mierda.

pero amor, yo no manejo eso lamentablemente, créeme que estaría ahí contigo pero no puedo hacer nada.

– Ya chao.– le corté.

Uy estos enojadisimo, no quiero nada weon oh. Lo único bueno es que no hay nadie en la casa como para desquitarme con él porque me pongo pesado con todo el mundo.

Ya chao, estoy muy triste, me voy a llorar, es lo único que puedo hacer ahora.

¿Por qué mierda tengo que esperar un mes más? Iba a ser nuestra primera navidad y Año nuevo juntos.

Me eché en mi cama para llorar y desquitarme en paz, pero me enojé más cuando tocaron el timbre de la casa.

Puta taemin y la conchetumare deja de webiar un rato, a principio de semana estuve con él y ahora viene a molestar nuevamente.

Bajé las escaleras con ganas de pegarle una patá voladora a quien fuera que estuviera allí afuera.

Estaba sacando mi zapato para golpearlo ya.

Abrí la puerta enojado y dije.

– taemin ándate de mi ca...– mi wawa.

Era mi wawa.

Mi wawi linda afuera de mi casa.

Mi wawi linda con una sonrisita de oreja a oreja mirándome.

– ¿Qué? ¿Kookie? ¿Cómo?.– pregunté mirándolo detenidamente.

– Ni siquiera un besito de bienvenida me das.– dijo haciendo pucheros. Lo agarré rápidamente y lo abracé más fuerte que nunca.

Extrañé todo de él, Dios mío. Su olor, su calidez, sus abrazos. Ahora sí que quería puro llorar.

– ¿porque me dijiste que te vendrías en un mes más? tonto ¿desde hace cuanto que estás en Chile?.– pregunté entre sus brazos.

– llegué ayer en la noche, quería que fuera una sorpresa para ti.– se separó mirándome a los ojos.

– y lo fue, tonto, yo estaba llorando por ti, te tenía tantas cositas y cuando dijiste que no ibas a estar conmigo me puse muy triste.– kookie me sonrió con esa carita de wawa que tiene.

Ay si lo extrañé más que la mierda.

Tonto feo, feo, feo.

– quería sorprendente wawi, estoy aquí, ahora, quiero mi besito de reencuentro.– dijo una wawi mimosa, poniendo labios de pato.

– no lo mereces, por hacerme llorar, feo.– dije haciéndome el difícil, aún así lo seguía mirando fijamente, esperando que me besara.

Jungkookie por lo menos se avispó y llevo sus labios contra los míos, comenzando un dulce y tierno beso, en el cual me demostraba cuanto me había extrañado. Me aferré fuertemente a su camisa mientras comenzábamos a caminar dentro de la casa sin separar nuestros labios. Para lo único que los separamos fue para respirar y dar paso a la segunda fase del beso. Ese beso que no era tierno, pero aún así expresaba amor aunque fuera mucho más brusco de lo normal y con más lengua.

El mall chino [KookMin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora