El mall chino [KookMin]

30. Dame besitos.

Todo era tan bonito, estábamos en nuestra nube de amor, hasta que un pensamiento se cruza por mi mente.

– oye bastardo culiao ¿y tu polola?.– quería saber que había pasado con la Weona esa, obviamente no podía vivir tranquilo pensando que jungkook seguía con la tipa.

– terminé con ella hace mucho, de echo, cuando te detonaste entero en el auto, te lo iba a decir, pero te bajaste y ahí quede nomas po.– bueno, yo no sabía esa parte de la historia, igual que bueno que terminó con ella hace rato.

Estábamos súper mojados debido a la lluvia, demás que nos íbamos a enfermar y ni cagando dejaba que jungkook se fuera así, se me podía morir el cabro.

– oye, tontito, entra a mi casa, vamos a morir de una hipotermia y ni siquiera vamos a alcanzar a regalonear.– dije haciéndole cariño en su carita, él asintió y cogiéndole de la manito me lo llevé dentro de la casa.

Le iba a pasar ropa y unas toallas para que se bañara, mi bebé debe de estar súper congelado.

Intenté subir al segundo piso, pero jungkook me tiró hacia él, así chocando contra su pecho, lo mire alzando una ceja, jungkookie puso su boquita de pato, una clara señal de que quería que le diera un beso.

No me hice de rogar y se lo di, eso sí fue muy cortito, no duró más de diez segundos, quería cambiarme de ropa lo más rápido posible, así que esta vez subimos los dos, eso sí le dije antes a jungkook que se tenía que bañar y él aceptó.

Entramos a mi pieza muy calladitos, ya que la cami se había vuelto a dormir y no queríamos despertarla, pobrecita, seguía durmiendo con un saco de dormir, para su cumpleaños le voy a comprar una cama, total ya estaba cerca y mi niña pronto cumpliría sus dieciocho años.

Fui al closet y saqué una toalla, luego busqué el pijama más grande que tenía, porque si le pasaba uno cualquiera demás que le quedaba chico.

– toma, supongo que sabes dónde está el baño.– le dije, si ha venido varías veces a mi casa.

– obvio, ¿tú no te vas a bañar?.– preguntó a lo que yo me negué, solo me iba a secar el pelo, cambiarme el pijama y listo.

Ahora, tenía que pensar donde voy a dejar a jungkook, no sé si dormir con él en mi pieza ya que está la cami y no podría darle besitos tranquilamente, y con besitos me refiero a manosearlo entero,  pero si lo dejaba durmiendo en el sillón ahí sí que se me resfriaba.

Opté por la primera opción, pero tendría que controlar mis manos, solo por hoy.

~~✩~~

Jungkook entró a mi pieza calladito, apagando la luz de la habitación que se hallaba prendida, y con suma delicadeza, se metió debajo de mis sábanas.

– tengo frío, me voy a morir.– susurró mientras se intentaba tapar su cuerpo lo más posible, acurrucándose.

– podría calentarte, pero está la cami.– lo abracé, poniendo mis piernitas encima de las suyas.

– ¿qué clase de propuesta indecente es esta?.– me reí por su comentario bobo, no tenía mucho sueño la verdad, como que con la emoción del momento se me quitó todo el mal que tenía.

Luego de un rato, Jungkook agarró vuelo y posó sus manos en mi trasero.

– ejale, agarrai confianza tú oye.– deje mi mano puesta en su pecho, acariciandolo por encima de la tela del pijama.

– Mmm... dame besitos~.– dijo regalon, buscando más afecto de mi parte. ay, si era una wawita.

Quería resistirme, porque si empezaba a darle besos íbamos a terminar como las otras veces, por mí no habia problema, pero que incomodo sería si la cami se llegara a despertar.