—Tienes que llamarme antes de volver a hacerlo la próxima vez. Te lo digo en serio. Simplemente, llámame antes.
—¿Para que puedas persuadirme? —le pregunta _________. No sabe muy bien por qué su voz suena tan tajante—. Quiero decir, ¿para qué?
—¿Persuadirte? —Andy lo niega con la cabeza—. Ni siquiera sabría cómo hacerlo. — Vuelve a dejar las cuchillas en la mochila con reticencia—. Te diré para qué. Me asustaste con lo de llamar a tu hermano. Estoy seguro de que te equivocas al respecto pero, la verdad, no sé, me da miedo arriesgarme. Al menos contigo...
—No te da corte —no puede evitar remarcar _________.
—Ese es un modo de decirlo. —Andy la mira—. Iba a decir que entre tú y yo hay más confianza y las cartas están al descubierto. Oye, si me llamas, al menos sabré que estás... en fin, evidentemente no estarás bien, pero al menos... —no logra acabar la frase.
—¿Al menos? —apunta ________.
—Al menos sabré que no estás por ahí tirada desangrándote.
__________ no tiene una réplica para esto. Le sorprende la vehemencia de Andy, le parece tan lejos de su personalidad... Ella mira en silencio cómo arranca un trozo de papel de uno de sus cuadernos y escribe algo.
—Aquí tienes mis números, ¿Esta bien?
—¿Por qué estás haciendo esto? —explota finalmente _________—. Tú no tienes que ayudarme. No tienes que hablar conmigo. No tienes que aparecer en mi vida con ninguna respuesta. Entonces, ¿por qué estás haciendo esto? Tampoco tenías por qué curarme el brazo anoche, pero lo hiciste de todos modos. ¿Por qué? Podrías haber pasado de largo. No te estoy pidiendo que hagas todo esto. No quiero que hagas todo esto. Lo más seguro es que no te llame.
—No puedo pasar de largo sin más. ¿Y sabes una cosa? Tú tampoco podrías.
—Oh, sí que podría. —________ le corrige rápidamente—. Ni me molestaría en mirar atrás. Yo...
—Claro —le interrumpe Andy—. Igual que hiciste con Sandy.
________ tarda unos segundos en recordar de qué le está hablando.
—¿Te refieres a la chica del laboratorio de física? — No se lo acaba de creer.
—Esa misma —asiente Andy.
—Te equivocas conmigo —intenta explicar ________—. ¿Crees que soy amable? ¿Que soy buena persona? No fue nada de eso, para nada; Pensé que era patética, que era una fracasada.
—Lo sé. Y por eso lo que hiciste fue tan especial. ________ está callada.
—La ayudaste. —La voz de Andy es tranquila—. No tenías por qué, pero lo hiciste. Así que no vengas con estupideces sobre cómo tú pasarías de largo porque eso, simplemente, no es verdad.
—Oye, tengo que irme. —Andy se levanta—. Llámame, o mejor no. Mejor busca otra manera de enfrentarte a tus problemas que no sea haciéndote cortes y heridas. —La mira como si quisiera decir algo más pero, unos segundos después, esboza una pequeña sonrisa, se vuelve y se dirige al ascensor.
Las puertas se cierran y _______ se queda a solas. Agarra el papel que él le ha dado, hace una bola y lo lanza tan lejos como puede.
No va a permitir que él la controle de este modo. De todos modos, ¿quién es él para saber cómo se comportaría? Ella pasaría de largo. Y pasará de largo ante las buenas intenciones de Andy.
________ coge la mochila y baja rápidamente por la escalera lateral —no tiene tiempo de esperar el ascensor— para darse de morros con la mirada asesina de la señorita Hermoon.
—¿Dónde has estado? —le pregunta. Es evidente que está enfadada—. Deberías darte prisa e ir a dejar los libros en su sitio. Vamos muy atrasados y Louis no está. Hoy no quiero que hagas un descanso. No te hubiera dejado aunque hubieras llegado a tiempo, estamos demasiado faltos de personal. Por cierto, cometiste un error con el préstamo interbibliotecario que solicitaste y me he tenido que disculpar frente a aquel señor mayor tan agradable. ¿Tengo que decirte...?
Hermoon continúa refunfuñando sin tregua con su voz quejumbrosa y desagradable.
Con el pelo peinado hacia atrás y su vestido pasado de moda parece un personaje salido de una novela de Dickens. ________ apenas puede soportar escucharla. No sabe cómo logrará sobrevivir a las próximas horas bajo la atenta mirada de esta mujer.
Espontáneamente, la imagen de Andy le pasa por la mente. Su cara. Sus manos. El modo en que sostenía el libro de su padre. La manera en que la curó.
—Lo siento —________ corta a Hermoon bruscamente—. Ahora mismo me pongo con esto. —________ agarra un carro lleno de libros y se dirige a toda prisa al ascensor. Aprieta el botón del undécimo piso sin ni siquiera fijarse a qué piso pertenecen.
Vamos, vamos, deprisa...
________ deja el carro a un lado y echa a correr hacia el lugar donde ella y Andy han estado sentados. El papel no está allí. ¡Por el amor de Dios! ¡Pero si únicamente ha estado fuera unos minutos! ¿Quién más puede haber estado aquí? Y, de todos modos, ¿quién querría tomar un pedazo de papel arrugado? Cae sobre sus rodillas y empieza a arrastrarse. ¿Dónde lo habrá tirado? ________ mira bajo las estanterías metálicas. No hay nada aparte de suciedad.
¿Qué es eso?
Entre las pelusas de polvo ve un pequeño objeto blanco y extiende la mano para buscarlo. _________ apenas logra alcanzarlo y siente que se le está a punto de dislocar el brazo de tanto estirar el brazo bajo la estantería.
¡Lo tengo!
Deshace la bola y alisa el papel, volviendo a doblarlo con cuidado. No sabe muy bien qué hacer con él. Se ha dejado la bolsa abajo, hoy lleva falda y... no tiene bolsillos.
Después de un segundo ________ guarda el papel doblado en su sujetador.
No sabe muy bien para qué quiere sus números. No le va a llamar. Pero en realidad, ¿qué mal hay en guardarlos? Le gusta sentir el tacto del papel en sus pechos. Le rasca, no es doloroso, como la cuchilla, pero tampoco algo que pueda ignorar.
El papel se queda allí el resto del día, hasta que se desnuda para meterse en la cama.
Enseguida se queda dormida. Sin problemas, está agotada. Pero aguantar dormida... eso es otra cosa.
_________ no tiene pesadillas, no exactamente. Al menos, no que ella recuerde. Pero siempre hay algo que logra despertarle en plena noche, temblando. Puede ser un coche que pasa bajo su habitación y que le recuerda el accidente o el sonido de la lluvia que golpetea la ventana.
No está muy segura de qué se trata esta vez. Le vienen a la cabeza fragmentos sombríos de un sueño: el ruido de cristales rotos, el tacto al tocarlos, ¿es eso lo que le hace temblar? No importa. ________ coge las cosas que tiene bajo el colchón. Aprieta la cuchilla en su mano compulsivamente.
Está estirada, pero no se está cortando. Todavía no. De repente se incorpora para agarrar el teléfono, que cae de la mesita de noche. Busca por la mesita de noche hasta que su mano se encuentra con el trozo de papel que había dejado antes. Sin soltar en ningún momento la cuchilla, toma el papel y el teléfono, y se esconde bajo las sábanas. El teléfono no es inalámbrico y el pitido de la línea rompe el silencio. El sonido es reconfortante, al igual que la idea de llamar a Andy. No va a llamarle, nunca lo haría.
Pero aprieta con fuerza el papel en la mano, como si le fuera la vida en ello, y mece el teléfono junto a su pecho, con el insistente sonido haciendo de eco a los latidos de su corazón.
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La chica de la sonrisa rota. [Andy Biersack y Tú]
FanfictionTERMINADA. Los padres de _______ muerieron en un trágico accidente de coche, dejándola no solo con el dolor que supone enfrentarse a una pérdida sino también con el peso de la culpabilidad: era ella quien conducía. Ocho meses después, su hermano may...