Al principio __________ está segura de que se lo está imaginando. Pero no, él está realmente allí, a la salida del parque, parado, mirando su edificio. La explicación más obvia, la única que se le ocurre, es que la está esperando.Menos mal que me iba a saltar las clases..
__________ no está segura de lo que debería hacer. Siempre podría quedarse en el apartamento y evitarlo de esta manera pero, ¿quién dice que él no vaya a cruzar la calle y llamar a la puerta?
Y además, tampoco está tan segura de querer evitarlo.
Sí, sí que quiero... O sea, que quiero, ¿no?
A __________ le da vergüenza haberlo llamado, no le cabe duda, y le da vergüenza que haya oído su agonía durante uno de sus... episodios. Aun así, la vergüenza está acompañada de otro sentimiento. Están conectados, tal vez por un hilo de sangre, tal ves por el vínculo de la cuchilla, o tal vez por algo más, pero sea cual sea la causa, es algo que no puede negar.
Sería bastante grosero por mi parte pasar de él...
__________ no se queda allí analizando la situación, sino que toma las llaves y se dirige hacia la puerta.
Se para delante del edificio y lo mira con un millón de interrogantes rondándole la cabeza. Quiere saber por qué ha venido, quiere saber qué pensó cuando ella le llamó, pero por alguna razón, lo único que logra articular allí de pie temblando y en manga corta es:
— ¿Cómo has sabido dónde vivo?
— Hay una cosa que se llama listín telefónico —dice Andy mientras cruza la calle—.
Además, tu hermano puso su dirección en la web de la asignatura.
—Oh, evidente —contesta __________ mientras se frota los brazos.
— ¿Qué haces descalza? —dice Andy cuando la mira de arriba abajo.
__________ baja la mirada y ve sus pies contra el pavimento. Ni se había dado cuenta de que no llevaba zapatos.
—Yo... Cuando te había visto.. he salido corriendo de casa sin más. No me he parado... —
__________ para de hablar. No entiende por qué están ahí hablando de cosas tan triviales.
¿Es porque él tampoco quiere sacar el tema de la llamada?
—Bueno, ¿no crees que deberías ponerte zapatos?
—Sí, claro, supongo. —__________ se mueve hacia delante y hacia atrás, incómoda—. Vamos, entra —dice después de un momento, y le muestra el camino.
Andy tiene los ojos clavados en __________ mientras ella abre la puerta del apartamento. Su mirada la pone nerviosa. Debe estar pensando en la llamada, en lo que debe significar, pero no dice nada, parece que está...
—Tus brazos... -Andy interrumpe sus pensamientos.
— ¿Sí? —__________ se para en la entrada del salón y se vuelve para mirarle—. ¿Qué les pasa? —Se los mira, intentando imaginar cómo los ve él. Tienen un montón de marcas, pero, ¿y qué? Andy ya le había visto los cortes antes. Seguramente él es la única persona delante de la cual puede llevar una camiseta de manga corta.
—No hay ninguno nuevo —dice después de un momento. Señala las finas líneas rojas que marcan sus brazos—. No son recientes.
__________ sabe perfectamente a qué se refiere, pero no tiene ninguna intención de contestar a esta pregunta tácita.
—Pasa —dice, mientras se dirige al sofá y se derrumba en él. Un momento después, Andy también se sienta.
—Bueno, entonces... ¿dónde te lo has hecho?
Está claro que ahora que ha sacado el tema, no tiene ninguna intención de dejarlo.
—En la barriga —dice, pensando que, a la larga, es más fácil decírselo.
—Pero eso es... Yo pensaba... O sea, tú me dijiste que solo te lo hacías en los brazos — protesta Andy.
__________ lo mira, confusa por sus protestas. ¿Quiere decir que sería mejor si se hubiera cortado en los brazos? ¿Es que no se cree que se ha cortado en la barriga? ¿Es posible que piense —Por Dios, no— que se lo ha inventado todo? ¿Que estaba fingiendo cuando le llamó para llamar su atención o algo así? __________ está horrorizada solo de pensarlo.
—Te dije que me lo hacía sobre todo en los brazos —contesta con furia—. Mira, si no me crees. ¿Quieres verlo?
Se sube la camiseta por encima del sujetador, se desabrocha los vaqueros y se los baja
justo por encima de la ropa interior.
— ¡Mira! —le dice enfadada, prácticamente gritando—. ¡Échale una miradita si no te lo crees!
A __________ le sorprende su propia reacción. No puede evitar pensar en lo diferente que hubiera sido esta escena si se estuviera quitando la ropa por las razones normales. En
ese caso, se estaría preocupando de si la ropa interior que lleva le queda bien, de si está guapa, y no de si las cicatrices parecen lo suficientemente recientes como para que Andy le crea.
Sin embargo, Andy está decidido a no mirarle la barriga. Aparta la mirada, tiene los ojos clavados en la alfombra persa desgastada, las estanterías, cualquier cosa excepto su cuerpo.
— ¡Vamos! —le ordena una vez más.
Andy gira la cabeza lentamente, con cuidado de mirar a __________ solamente a la cara.
—Yo no te he dicho que no te creyera. Solo pensaba... —pero su voz se apaga con tristeza.
__________ le mira fijamente. Nunca había visto a nadie sentirse tan incómodo y tan infeliz como Andy en este momento.
Finalmente él baja la mirada y le mira la barriga, la mira de verdad, parándose en cada uno de los cortes.
__________ echa el cuerpo hacia atrás y le mira con los ojos entrecerrados. Él está paralizado. Ella sabe que hay algo perverso en esta escena. La razón de que él la esté observando en absoluto silencio no es porque esté cautivado por su belleza, sino por el
horror de lo que está viendo.
Lentamente Andy extiende una mano y la coloca sobre el abdomen de ella. Tiene la mano grande y con ella cubre todos los cortes que __________ se ha hecho.
De esta manera, con las cicatrices cubiertas, es fácil imaginar que no hay nada malo en la piel que está tocando. Es fácil fingir que la mano de Andy no está allí para cubrir las cicatrices sino por otra razón totalmente distinta.Pero __________ no puede fingir. Es cierto que la mano de Andy en su estómago le afecta de un modo que es completamente nuevo para ella. Pero esa maravillosa sensación se mezcla con el dolor que le provoca al irritarle la piel en carne viva...
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La chica de la sonrisa rota. [Andy Biersack y Tú]
FanfictionTERMINADA. Los padres de _______ muerieron en un trágico accidente de coche, dejándola no solo con el dolor que supone enfrentarse a una pérdida sino también con el peso de la culpabilidad: era ella quien conducía. Ocho meses después, su hermano may...