76

2K 150 0
                                    

—Oye, ¿te han dado las prácticas aquellas para las que hiciste la entrevista? —le pregunta __________ a Andrea mientras cruzan la calle y se dirigen hacia el parque.

— ¿Es que a estas alturas aún no te has dado cuenta de lo peligroso que es preguntar cosas como esa? —dice Dianne apartando una piedra del camino de una patada.

__________ la mira sin entender nada pero las dos chicas se sonríen en cuanto Andrea se lanza con su diatriba sobre los pros y los contras de trabajar por una recomendación en lugar de por dinero.

—O sea, que quedaría muy bien poder tener este tipo de experiencia. —Andrea se muerde el labio con impaciencia—. Pero, por otra parte, me encantaría poder tener dinero ahora mismo. Sobre todo después de haberme gastado casi todo lo que tenía el otro día. Aunque la cosa es que ni siquiera sé si me han dado las prácticas. Esta semana me tendrían que decir algo...

— ¿Qué piensas de Chris? —interrumpe Dianne de repente.

— ¿Quién, yo? —pregunta __________.

—Sí, bueno, ya sé lo que piensa Andrea.

— ¿Y cómo va a saberlo __________? —protesta Andrea—. ¡Si apenas se han hablado!

—Es verdad —coincide Dianne—. Tiene unos buenos brazos, ¿verdad? El remo es el mejor deporte para los brazos, es lo que más los desarrolla.

—Sí, claro. —__________ no recuerda para nada los brazos de Chris, pero está totalmente de acuerdo con Dianne. El remo realmente pone unos brazos increíbles. Se gira, consciente de que a no todo el mundo le va a parecer bonito que se sonroje—. ¿Te... te gusta? —le pregunta __________ después de un momento.

—Digámoslo de esta manera —suspira Dianne—. Ahora mismo es el único chico que muestra interés en mí.

—Tal vez deberías darle una oportunidad —interviene Andrea—. Al fin y al cabo no le conocemos mucho más que a __________.

—No es nuevo, ¿verdad? —__________ frunce el ceño—. Quiero decir, ¿cómo es que no lo conocen apenas?

—No, no es nuevo ni nada por el estilo —dice Dianne al entrar en el parque—. Pero es que antes nunca íbamos con él.

—Antes salía con la chica más horrible del mundo —añade Andrea mientras se sientan en el césped—. Kristen no sé qué. Pero el año pasado ella se fue del instituto. —Se quita los zapatos y se frota el pie con la mano—. No me los tendría que haber puesto dos días seguidos.

—Sí, me parece un poco preocupante que se haya fijado en mí después de ella. — Dianne reprime un escalofrío—. O sea, ¿es que me parezco en algo a Kristen? —Mira a Andrea.

—Sí, eres igualita a ella. Por eso eres mi mejor amiga desde hace tres años. Por Dios, estas ampollas me están matando.

— ¿Pero no nos acabas de decir que son tan cómodos? —Dianne arquea una ceja.

—Cómodos para ser de tacón.

—Yo tengo tiritas —se ofrece __________. Se pone a buscar por su mochila la caja que le compró Andy.

—Vas siempre tan bien preparada... —observa Dianne.

— ¿Qué quieres decir? —pregunta __________ con precaución. Le pasa las tiritas a Andrea.

—No sé —Dianne se encoge de hombros—, es como si siempre llevaras las cosas que la gente necesita, como cuando estábamos aquí con Chris y tú llevabas las toallitas esas.

—Oh — ___________ se pregunta si Dianne se habrá dado cuenta de que lleva un repertorio de cosas bastante inusual, más aún que la laca de uñas y toda la parafernalia que suele tener Andrea. Siente que se ha puesto en evidencia, incluso un poco culpable, como si fuera una heroinómana y la acabaran de pillar en sus trapicheos.

La chica de la sonrisa rota. [Andy Biersack y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora