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—Mmm... Probablemente Macbeth.

—¡Oh, por favor! Pero solo porque eres un chico.

—¿No te gusta? —Andy la mira como si estuviera loca.

—Sí, claro, pero no es nada en comparación con La Tempestad. ¿Quién quiere un viejo castillo en Escocia cuando puedes quedarte atrapado en una isla encantada?

—No me lo he leído.

—¡Oh! Pero si es el mejor. ¡Tiene esa fantástica relación entre Ferdinand y Miranda! Es mucho más romántico que Romeo y Julieta... —__________ para de repente, no puede evitar sonrojarse un poco.

—Imagino que esta isla encantada es uno de esos lugares imaginarios que tanto te gustan.

—Correcto —afirma __________—. Pero, hablando de lugares exóticos, ¿dónde vivías cuando tuviste que leer todos estos libros?

—En el Lejano Oriente. Singapur. Kuala Lumpur.

—¿Hablas... —__________ busca la palabra correcta— kualalumpuriano?

—Malayo —ríe Andy—. No, ojalá.

—Quedaría bien en tu expediente, ¿no?

_________ le da un ligero codazo.

—¡Exacto! Supongo que hablo lo suficiente como para pedir un helado de café, pero la verdad es que todo el mundo habla inglés allí.

—¿Tienes hermanos?

—¿Qué es esto? ¿El cuestionario de las veinte preguntas? Sí, un hermano, Greg. Venga, ahora te toca decir a ti una categoría.

—Mmmm... —_________ se lo piensa un rato—. Vamos a ver... —Qué tal gente que prefiere la ciudad y gente que prefiere el campo... Muy aburrido. Gente que... vota a los republicanos. .. Pasando de este... Gente que es como Christian y gente que es como Andrew.

Exacto, pero ¿quién más es como Andy?

Gente que mata a sus padres y gente que no... Gente que se corta y gente que guarda el secreto...

Pero _________ no quiere insistir en eso ahora. Está pasando lo que se podría decir un buen rato, así que rastrea en su cabeza en busca de una categoría interesante.

—Lo tengo. —Le mira triunfante—. Gente a quien le gustan las historias de Sherlock Holmes...

—Sí. —Andy se inclina hacia delante.

—Con Watson... y gente que las prefiere sin él.

—¡A nadie le gustan las historias sin Watson!

Andy no se lo acaba de creer.

—¿Cómo lo sabes? —_________ se sienta sobre sus rodillas.

—A ver, ¿alguna vez has conocido a alguien que le gusten?

—No, pero eso no significa que no existan. Además, ni siquiera conozco a tanta gente que se las haya leído, para empezar.

—Sí, bueno, a cualquiera que le gusten las historias sin Watson... —Andy hace una mueca—. Espera, ¿no serás tú una...?

—¡No! —exclama ___________—. Fan de Watson total. Ni siquiera me puedo leer las otras.

—Vaya, es un alivio. —Andy se deja caer sobre sus codos.

—Bueno, ahora explícame algo de Kuala Lumpur.

—Mmm... El clima es espantoso.

—¿Es lo único que se te ocurre? —pregunta _________, riendo—. Vamos, háblame de tu hermano, entonces. ¿Son muy unidos?

—Bueno, puede ser. Lo hemos estado, pero ¿ahora mismo? Greg ya está grande, así que tenemos problemas muy diferentes.

—Lo entiendo perfectamente —afirma _________—. Josh y yo antes estábamos igual, pero cuando creces, las cosas mejoran. Lo único es que ahora están peor, mucho peor.

—Lo siento. —Sus palabras parecen sinceras.

—Yo... estaba con él en aquella cafetería cuando los vi pasar a ti y a Andrea. —_________ habla muy deprisa, precipitadamente—. Y, en fin, no aguantaba más allí sentada, era demasiado duro. Así que le dije que había quedado con ustedes. Espero que no te haya importado. Que haya venido con ustedes, me refiero. —________ aparta la vista.

—Mmm... Déjame que lo piense un momento. —Andy hace ademán de reflexionar sobre el problema—. ¿Qué es más interesante, hablar del equipo de remo, de esmalte de uñas... o de Sherlock Holmes?

—De acuerdo. —________ esboza una sonrisa.

—¿Pero qué les ha pasado?

—No estábamos hablando. —________ hace una pausa—. listábamos sentados el uno frente al otro diciendo cosas, pero no estábamos, lo que se dice, hablando. Es como con todo lo demás. —Se apoya sobre un costado, mirando a Andy—. Las cosas ya no funcionan.

—¿Qué cosas exactamente?

—Hoy ha estado en el instituto. Tenía una de esas entrevistas con el tutor, ya sabes, de esas en las que hablan sobre tus planes de vida y todo eso.

—Claro, ya me lo conozco. Mis padres también han estado hoy allí. Tuve que acompañarlos...

La chica de la sonrisa rota. [Andy Biersack y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora