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No sabe cómo se ha podido girar la conversación, pero está segura de que no le gusta.

—Bien. —Pero en realidad, su voz suena indiferente. Se levanta y empieza a recoger sus cosas.

—Por favor, no te vayas —dice __________ precipitadamente.

—¿Por qué? —Él la mira impávido.

¿Por qué?

Tiene algo de razón, ¿no? ¿Es que ella no quiere estar sola? ¿Es que su primer impulso al conocerlo no fue de rechazo? ¿No estaba ella absolutamente decidida a no sentir nada?

Pero lo cierto es que las últimas veces que se ha reído en los últimos meses ha sido en compañía de Andy. Cuando está con él, ella es capaz de olvidar el deseo de cortarse durante más de cinco minutos seguidos. Y cuando habla con él, realmente tiene la sensación de conectar y no solamente de intercambiar palabras como le ocurre con otras personas.

Pero _________ no está segura de poder explicarle nada de todo esto.

Busca en su interior alguna razón que le pueda dar. Algo que le pueda convencer de quedarse, pero tiene la mente en blanco. El se está apartando, unos segundos más y será demasiado tarde.

—¡Espera! —Le agarra de la pierna—. No te vayas, ¿si? Porque, porque...

—¿Porque qué? —Sigue sin sonar muy amable, pero al menos no se está yendo a ninguna parte.

—Mmm, porque, ¿sabes qué? Aún no me has confesado cuál es tu historia de Sherlock Holmes favorita —balbucea.

_________ cierra los ojos. No puede creerse lo estúpido, lo idiota, que ha sonado eso. Por el amor de Dios, que no se piense que está intentando ser linda o algo así. ¿Por qué tiene que alejarse del único aliado que le queda? Aprieta entre sus manos una de las cuchillas que ha recogido del suelo.

—¿Lo dices en serio? —exclama Andy. ________ abre los ojos y lo mira. Se da cuenta de que se está echando a reír.

—Más o menos —dice, en voz baja.

—Eres...

Rara, patética, una loca.

—Eres tan diferente de los demás. —Se está riendo a carcajadas, pero de buena manera.

¡¿Eso es lo primero que se te ocurre?!

—Bueno. —Andy vuelve a sentarse—. Ya que preguntas, El perro de los Baskerville.

—¿Qué?

—Mi Sherlock favorito.

—¡Ah! ¡Ah, claro!

—¿_________?

—Mmm.

—Decía en serio lo de...

—¿Lo de que no sé acabar con las cosas? ¿Lo de que todo esto te supera? No te preocupes, ya me imagino lo...

—No. —Andy la interrumpe. Le toma la mano, la que contiene la cuchilla. No intenta quitársela, solamente cierra su mano sobre la de ella.

—¿Entonces qué? —________ está desconcertada—. Porque yo...

—Lo de que me alegra que no te hayas hecho daño.

—Oh... —dice __________ unos segundos después. No deja ir la cuchilla, apenas si la suelta un poco, pero pone la otra mano sobre la de él.

La chica de la sonrisa rota. [Andy Biersack y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora