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El Sr. Jones abre la puerta y _______ entra en el aula, que huele a cerrada. La clase aún no ha empezado, pero ya hay una chica allí, chapuceando en el laboratorio.

-¡Hola, Sandy! ¿Cómo va el experimento? -le pregunta Jones.
La chica levanta la mirada sobresaltada.

-Mmm... Bueno, no está perfecto -habla tartamudeando, se nota que está nerviosa-, pero creo que esta vez me va a salir.

-De acuerdo -asiente el señor Jones-, en ese caso te dejo que trabajes. -Se pone a rebuscar entre sus papeles con el ceño fruncido-. _______ -levanta la mirada- pensaba que llevaba los deberes de la semana pasada corregidos, pero parece que me los he dejado en el despacho. ¿Quieres acompañarme o estarás bien aquí?

-Estaré bien -asegura _______, pero se siente avergonzada. La está tratando como si ella fuera un caso especial y, aunque seguramente lo sea, no tiene ninguna intención de gritarlo a los cuatro vientos. Se gira hacia Sandy, pero por suerte la chica está demasiado ocupada con su trabajo para prestarles demasiada atención. Seguramente ni siquiera ha oído nada.
_______ tira su bolsa sobre la mesa. El señor Jones se va y ella se sienta en uno de los taburetes con un suspiro. Ahora ya puede volver a explorar la herida que tiene en la pierna.
Apoya la barbilla en las manos y mira distraída cómo Sandy va de aquí para allá. Es importante mantener una expresión tranquila, que su cara no la delate. Tiene que parecer que no está haciendo nada por debajo de la mesa. Tiene que parecer que no está intentando abrirse la herida, no tiene que notarse que está manchando la punta de la zapatilla de sangre.
Se siente como una mujer haciendo piececitos con su amante por debajo de la mesa.

Le duele la pierna.
Es sorprendente que una herida de cinco centímetros pueda dolerle tanto. Realmente, es fácil abrirla antes de que se cure, solo hay que encontrar algo liso, como la punta de la zapatilla, e intentar abrirla unos centímetros más.
Ahora que ya tiene su dosis, ahora que el dolor fluye por su sangre como una droga, _______ ya puede pensar en otras cosas. Intenta fijarse en lo que hace Sandy pero el experimento en el que trabaja no le suena de nada. Se pregunta si debería reconocer lo que está haciendo. A lo mejor también va mal en esta clase.

-¿Qué estás haciendo? -le pregunta _______-. Eso no será parte de los deberes de esta semana, ¿no?

-¡Ah, no! -Sandy apunta algo en su cuaderno de laboratorio sin levantar la vista-. Solo lo hago para subir mi nota. Casi... casi suspendí el año pasado y este semestre tengo que ponerme las pilas. -Se sonroja un poco al contarle esto-. Jones me ha dicho que haciendo un par de trabajos por mi cuenta podría conseguirlo. -Sandy cierra el cuaderno bruscamente y casi tira una parte del material del equipo.

-¿De qué va el experimento? -le pregunta _______. La pierna ya le duele bastante y, por tanto, ya la puede dejar en paz.

-Oh, estoy intentando pillar lo de la aceleración bajo gravedad. O sea, ¿qué más da?
Yo lo único que quiero es... Hola, Andy. -Sandy corta la frase al oír que se abre la puerta.
Antes de girarse _______ sabe que debe de tratarse del mismo Andy que conoció en la biblioteca. Claro que podría ser otro. Él no va a su clase de física, así que no hay ninguna razón para que sea él, pero ella sabe que sí lo es. ¿Y qué? No tiene nada de lo que avergonzarse. Después de todo, a él no le ha preguntado nada de gatos.

-¡Hola, Sandy!... _______. -Les sonríe-. ¿Está Jones por aquí? Quería entregarle un informe del laboratorio.

-Volverá enseguida -responde Sandy. Ata un peso a un cilindro metálico y hace que se balancee.

_______ no puede evitar pensar que no cabe duda que Sandy necesite trabajos extra. La chica no se entera de nada. No hace falta ser un experto para darse cuenta de que el experimento está tan mal montado que se aguanta con alfileres. La pequeña bolita de metal se balancea peligrosamente junto a unas probetas. Algunas de ellas, llenas de líquido, deben ser parte del trabajo de otra persona.
Está a punto de sugerirle a Sandy que coloque las probetas lejos de su experimento, pero antes de llegar a pronunciar una palabra el peso ya ha chocado contra una de ellas. _______ ve cómo algunas de las probetas caen al suelo con un gran estruendo y quedan hechas añicos. Un líquido azul viscoso empieza a extenderse por las baldosas.

-¡Oh, Dios mío! -exclama Sandy.

-No es tan terrible. -Andy intenta consolarla mientras se acerca a valorar los daños.

-¿Que no? -Sandy le mira con escepticismo-. ¿Estás loco? ¡Es un desastre! Solamente estoy haciendo este ejercicio porque estoy muy atrasada respecto al resto de la clase. Lo último que necesito es cargarme el experimento de otra persona. ¡Me va a matar!

-Quizá deberíamos limpiarlo antes de que vuelva Jones -afirma _______ mientras
se aproxima a ellos, cojeando un poco-. Espera. -Coge unas esponjas que hay junto
al fregadero y le pasa una a Andy-. Tenemos que ir con cuidado con los cristales. -Se coloca a cuatro patas y empieza a limpiar el líquido azul.

-¡Oh! ¿Para qué? -gimotea Sandy, retorciéndose las manos.

A _______ le sorprende que la chica esté a punto de llorar. ¿Es que no sabe que un par de probetas rotas y un experimento de física fallido no son razón para llorar? _______ se
pone de cunclillas y sostiene la esponja sin hacer nada mientras observa a la chica.

¿De verdad que no se da cuenta de lo afortunada que es al poder decir que lo peor que le puede pasar en su vida es cargarse parte del material del laboratorio?

Lágrimas, auténticas lágrimas empiezan a brotar de los ojos de Sandy y a caerle por las mejillas.
¿Por unas probetas rotas?
_______ no se lo puede creer. No puede evitarlo, a lo mejor debería ser más benévola,
pero no puede sentir nada más que desprecio por alguien tan débil.

-¿Qué está pasando aquí?

El señor Jones acaba de entrar. Está detrás de _______ observando el estropicio que hay en el suelo.
Los tres se quedan callados por unos minutos. Sandy ha logrado apartar la cara para que Jones no se dé cuenta de que está llorando.
_______ se da cuenta de que Sandy está haciendo acopio de valor para explicarle la verdad al señor Jones.

-Ha sido todo culpa mía.

_______ se sorprende al oír su propia voz.
Tira la esponja al suelo y se pone en pie para mirar al señor Jones a la cara.

-Le pedí a Sandy que me enseñara el experimento -continúa _______, evitando deliberadamente encontrarse con las miradas de Andy y Sandy-. Intentaba ajustar el peso y mientras estaba en ello -_______ señala el suelo con la mano- parece ser que
se me cayó todo.
________ no sabe muy bien por qué ha salido en defensa de Sandy. Tal vez sea porque piensa que ella, como es la chica nueva, no puede meterse en problemas. O tal vez porque sabe que Jones ya está suficientemente preocupado por ella para hacerle pasar un mal rato. O quizá sea porque, si es honesta consigo misma, se da cuenta de que lo que le inspira Sandy no es desprecio. Es envidia.
Porque, si lo piensa detenidamente, ¿realmente es tan horrible que lo peor que pueda ocurrir en la vida de Sandy sean unos cuantos problemas? ¿No deberían ser así las cosas?

La chica de la sonrisa rota. [Andy Biersack y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora