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Es como si ese breve y agradable interludio nunca hubiera existido.

—Sí, tienes razón —dice _______, demasiado abatida como para contradecirle—. Debería ponerme las pilas con las cosas del instituto. Ten —dice, hurgando en el interior de la mochila—, ayer cobré el cheque de mi paga y olvidé darle a Alice el dinero para la casa antes de ir al instituto esta mañana.

Pone un puñado de billetes sobre la mesa y se los pasa a su hermano. Josh mira el dinero como si estuviese envenenado y lo guarda en su billetera a regañadientes.

—Gracias —murmura.

—De nada. —________ está completamente tensa. No soporta que le agradezca su penosa contribución. No lo soporta.

—¡Oye! —Josh le mira el brazo, con una expresión ceñuda que ya empieza a ser familiar—. ¿Te has cortado?

________ se queda parada por un momento. Entonces se mira el brazo. Intenta ver el vendaje de Andy tal como Josh debe estar viéndolo. Está sucio, por supuesto, pero no hay mucho más que eso. Un solo vendaje es algo bastante inocente.

—Sí, Josh —contesta, mirándolo fijamente—. Me he cortado.

La ironía de todo esto es aplastante. Toda la experiencia de estar allí sentada con él lo es. No puede seguir allí, hablando sin decir nada. Tiene que irse, pero ¿cómo? De repente un grupo de gente que habla y ríe ruidosamente al otro lado de la calle le llama la atención.

Andy.

Andrea está en el grupo, y tambien Jinxx, al menos _________ cree reconocer al chico que lleva a Andrea cogida de la cintura. ________ no conoce al resto de gente que está con ellos.

—Me tengo que ir. —________ mira a su hermano—. He quedado con mis amigos. —Casi se le escapa una mueca de dolor al decir esta mentira. Evidentemente, ellos no la están esperando. Y, evidentemente, ellos no son sus amigos. Bueno, Andy es algo más que un amigo, aunque aún no tiene muy claro qué es. Sin embargo, son una excusa bastante verosímil y le ofrecen una escapatoria.

________ cruza la calle a toda prisa. Está convencida de que su hermano la está mirando y espera que, si bien no la van a recibir con los brazos abiertos, al menos la dejen unirse al grupo.

Le preocupa que Andy no quiera verla. ¿Por qué habría de querer, al fin y al cabo? Ella no es nada más que un problema para él. Su pacto no va más allá de llamarle si se corta.

________ está ahora unos pasos por detrás de ellos. No la han visto y, a pesar de que ella se siente sola, sabe que, si no fuera porque su hermano la está mirando se iría lo más rápido que pudiera en la otra dirección.

_______ toma aire. Salir del fuego para...

—Hola —dice, tocándole el brazo a Andy.

Andy se gira, al igual que el resto del grupo. Hace acopio de valor para seguir allí y mantenerse firme, pero se ve recompensada, porque Andy le sonríe y Andrea actúa como si fuera la cosa más natural del mundo que se uniera al grupo.

—¡Eh, ________! ¿Quieres venir al parque un rato con nosotros? Puedes ayudarme a convencer a Jinxx de que me tengo que teñir el pelo.

A ________ no le importa que los intereses de Andrea sean bastante limitados, por no decir totalmente. Se siente tan aliviada por el modo despreocupado en que la acepta que no puede ser crítica.

—Hola. —Andy no se muestra tan abierto, y tarda un poco antes de presentarle a los demás—. ¿Te acuerdas de Jinxx? Estos son Dianne y Christian. —Señala al resto del grupo—.¿Conocías a ________ ?

—Ah, sí. Te he visto por el instituto —afirma Chris.

Dianne no le presta demasiada atención. Está demasiado ocupada husmeando en el interior de su bolsa en busca de algo.

—¿Alguien me puede prestar dinero?

—¿Para qué? —Chris busca en el bolsillo.

—Para un helado. —Dianne señala con la barbilla el pequeño camión que hay parado frente a la entrada del parque.

—Cómprame uno a mí también...

La chica de la sonrisa rota. [Andy Biersack y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora