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Pero, por desgracia, al abrir la puerta oye los sonidos de Nicole que grita como si le fueran a estallar los pulmones. Alice la sostiene en brazos mientras camina de acá para allá hablando por teléfono. Se nota que está totalmente agobiada. __________ deja las llaves en la mesita del recibidor y entra en la cocina.

— ¿Alice?

— ¡Qué bien que estés aquí! —dice Alice entre los gritos de la niña—. ¿Qué? —Habla por teléfono—. De acuerdo, gracias, sí, encarga la receta en la farmacia. —Cuelga y mira a __________.

— ¿Qué pasa? ¿Qué haces en casa? ¿Está enferma Nicole o algo así?

—Está ardiendo, pobrecita. —Alice coloca los labios en la frente de la pequeña—. Me han llamado al trabajo para que fuera a recogerla. Solo es una infección de oído, el médico dice que no hay nada de que preocuparse, que fiebres tan altas son de lo más normal... —Está claro que intenta convencerse a sí misma tanto como a __________ —. Tengo que ir a la farmacia a por unos medicamentos. ¿Estarás bien hasta que vuelva?

—Claro —dice __________ cogiendo a Nicole de los brazos de Alice. Ahora no es el mejor momento para recordarle que Josh no aprobaría que ella se quedara con el bebé—. Estaré bien —dice con calma—. Ve a la farmacia.

—Gracias —dice Alice poniéndose el jersey y cogiendo el monedero—. No sé cuánto voy a tardar, a veces te hacen esperar mientras preparan la receta. Volveré tan rápido como pueda. —Sale a toda prisa por la puerta.

__________ se acerca a la ventana con Nicole en brazos y mira a Alice correr calle abajo.

—Me sabe mal que te encuentres tan mal —le dice a Nicole mientras la mueve arriba y abajo sobre su cadera. Pero Nicole parece haberse calmado un poco y ya no llora con tanta fuerza como hace un rato. Apenas le caen un par de lágrimas acompañadas de pequeños sollozos. __________ piensa en lo maravilloso que sería, aunque solamente fuera por Nicole, que cuando Alice regresara todo estuviera perfectamente bajo control, Nicole calmada, puede que incluso durmiendo, la cocina limpia...

— ¿Verdad que sería genial, cariño? ¿A que te sentirías mejor?

__________ desea con toda su alma poder corresponder de algún modo la fe que Alice tiene en ella. No es solo eso, está segura de que cuidar de Nicole, hacerlo a la perfección, puede ser una minera de suavizar las cosas con Josh cuando finalmente llegue a casa.

Y si está totalmente concentrada en Nicole no tendrá tiempo de pensar en lo que ha ocurrido en el parque.

Aunque, por supuesto, no está muy segura de lo que significa cuidar a Nicole a la perfección. Al fin y al cabo, no hay muchas opciones con un bebé enfermo. Tal vez darle de comer, cambiarla, pueden ser buenos comienzos. De hecho, parece que está mojada.

—Bueno, pues vamos a cambiarte y después haremos algo de comer. Quieres, ¿verdad?

__________ entra en la habitación de Nicole y la estira en el cambiador. La verdad es que debería tener experiencia cambiando pañales a estas alturas —ha hecho de niñera desde que tenía trece años—, pero nunca ha cambiado a Nicole. No es que sea un reto pero es un poco más difícil de lo que había pensado porque Nicole, a diferencia de todos los bebés que __________ ha conocido en su vida, lleva pañales de tela.

Josh siempre le da la tabarra a Alice con el tema, ya que estos pañales son muchísimo más caros que los pañales desechables, difíciles de encontrar, y mucho más incómodos en cualquier aspecto, pero Alice, que ha estudiado derecho medioambiental, siempre insiste en ello.

—Bueno, no puede ser tan difícil... —__________ coge uno de los pañales y dos broches.

Sin embargo, Nicole no parece querer cooperar. Está claro que la pobre criatura no se encuentra bien. En lugar de estar quieta no para de moverse y dar patadas y __________, que no está acostumbrada a usar broches con los pañales, la pincha. Bastante fuerte, a juzgar por los gritos del bebé.

— ¡Oh, no! —__________ está horrorizada. ¿Cómo ha podido hacer algo así? Observa paralizada el diminuto punto rojo que marca la piel tierna y perfecta de su sobrina. Hay algo terriblemente obsceno en destruir a algo tan perfecto.

Lentamente __________ extiende la mano y toca el lugar donde ha pinchado a Nicole. Al igual que hizo Andy, la mano de __________ cubre completamente la marca que le ha hecho.

Bueno, no es tan sorprendente. Lo que le ha hecho a Nicole es muy diferente de los cortes que marcan su propio estómago. Pero ¿y si esta pequeña marca en la piel de Nicole se hiciera más grande? Por unos instantes __________ imagina la piel de Nicole llena de marcas, infligida por la cuchilla del mismo modo que su propia piel. ¿Cómo se sentiría si dentro de pongamos diez o quince años descubriera que Nicole se corta?

__________ aparta la mano bruscamente.

¿Y si hubiera matado a Josh y a Alice, entonces qué? ¿Seguiría pensando que es tan horrible que se cortara?

Termina de cambiarle el pañal a Nicole sin más incidentes, aunque con las manos temblorosas, y la lleva a la cocina.

—Eso no ha sido exactamente un buen comienzo, ¿no crees? —dice con la voz rota.

Hasta aquí han llegado sus intenciones de cuidar perfectamente de su sobrina. Al menos Nicole ha parado de llorar. __________ no puede evitar sentir que la pequeña se ha recuperado mucho más rápido que ella del episodio.

— ¿Qué te parece si te hago algo para comer? —Abre los armarios y busca en su interior. Hoy ya ni siquiera quedan las galletas saladas y los potitos—. Era de esperar. —__________ cierra las puertas y se dirige a la nevera.

Al menos parece un territorio más prometedor. Hay media docena de huevos y un poco de mantequilla entre otras cosas. __________ sienta a Nicole en la trona y coge un par de huevos y un bol. Coloca la sartén sobre el fogón y echa un poco de mantequilla.

Mientras bate los huevos piensa en lo que acaba de ocurrir. Sin pensar en lo que hace tira los huevos en la sartén y deja el bol en el fregadero.

__________ mira por la ventana pero apenas ve el parque en el exterior. Lo único que ve es la piel perfecta de Nicole. Está tan metida en sus pensamientos que por un momento se olvida de que la sartén está en el fuego.

__________ da la espalda a la ventana y se queda sin aliento. Los huevos están ardiendo. La sartén está ardiendo. La cocina está ardiendo.

Otra vez no. -Eso es lo primero que piensa-.

Lo ha vuelto a hacer. Josh tenía razón, no hay duda de que __________ va a acabar con el resto de la familia. Cuando le empiezan a llorar los ojos del humo se le ocurre otra idea. ¿Y si esta vez lograra salvar a Nicole? ¿Y si esta vez las cosas pudieran ser diferentes?

Se recrea imaginándose a sí misma como una heroína.

Sin embargo, el humo empieza a disiparse y __________ puede ver que, efectivamente, no hay ningún fuego. Al fin y al cabo, ¿qué probabilidades había de que un par de huevos revueltos quemados se convirtieran en un incendio de primer orden?

Ni hay fuego, ni va a matar a Nicole, ni la va salvar en un gesto heroico. Ella no es más que una chica que ha dejado la cocina hecha un cisco, que es incapaz de cuidar de su sobrina del mismo modo que es incapaz del resto de cosas últimamente.

__________ recoge la sartén humeante y la tira en el fregadero, donde chisporrotea y hace mil ruidos furiosos. Al mirar el humo que se le eleva hasta el techo __________ piensa que, por una vez, Josh estaba siendo totalmente honesto cuando dijo que tenía reservas a la hora de dejarla a cargo de una niña de seis meses simplemente porque está demasiado alterada por todo lo ocurrido. Basándose en las evidencias, a __________ no le queda más remedio que estar de acuerdo con él...

La chica de la sonrisa rota. [Andy Biersack y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora