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El nunca, nunca habla del accidente. Las conversaciones entre ellos se limitan a las menudencias del día a día. Incluso cuando tienen que discutir temas de logística, como qué parte de su sueldo en la biblioteca tiene que ir a los gastos de la casa, o cuándo deberían poner la casa de sus padres a la venta, él intenta evitar cualquier alusión a la razón que les ha llevado a esta situación extraordinaria.

Al principio ______ pensaba que solamente era cuestión de tiempo. Que su hermano, en algún momento, se enfrentaría a ella. Esperaba el momento en que él le gritara, o la sacudiera, o hiciera cualquier cosa que dejara de lado esta perfecta cortesía. Pero los meses pasaban y cada vez era más evidente que Josh no tenía ninguna intención de sacar a relucir lo ocurrido.
Ella tampoco se ve con fuerzas de sacar el tema. Si Josh no quiere hablar de ello es por lo doloroso que resulta, y ______ se niega, se niega rotundamente, a hacerle más daño del que ya le ha hecho.
Aun así, la frialdad de él le resulta muy dolorosa. Es el peor castigo que podría soportar. Y, sin embargo, está totalmente de acuerdo en el modo en que él la juzga: ya no es su hermana pequeña, es la asesina de sus padres. ¿Por qué debería esperar que la tratara diferente? ¿Por qué esperar incluso que fuera tan amable como lo es ahora?

—¿Qué tal ha ido la escuela? —le pregunta Josh mientras ella se sienta. Alice le pasa una caja de cartón llena de fideos de sésamo. Por lo visto, esta noche toca comida china.

—Bien —contesta _______. Echa unos cuantos fideos en su plato con un suspiro. Sabe que esa respuesta no basta, que Josh espera un informe completo de lo que ha hecho, pero ella está tan cansada de mentirle que ya no tiene fuerzas. Baja la mirada hacia el plato. Los fideos parecen gusanos.

—Mmm... Bueno, no sé qué quiere decir exactamente «bien». ¿Por qué no me cuentas cómo van las clases? ¿Hoy no tenías un control de francés?
¿Un control? Lo único que recuerda de la clase de francés es a la chica con los arañazos en el brazo. Eso, y salir corriendo de la clase para realizar sus actividades "extraescolares".
Pero difícilmente puede explicarle eso a Josh.
¡Ah, claro! El control... ______ recuerda que hicieron uno el otro día. Debió mencionárselo a Josh en una de estas sesiones nocturnas.

—Es que... No nos lo ha devuelto todavía. Al menos contesté todas las preguntas. — Eso resulta ser cierto. Pero no fue más que una racha de buena suerte el que pudiera completar el examen ya que apenas abrió el libro de texto.

—Vale —asiente pensativo—. ¿Y las otras clases? ¿Hay algo en concreto que debería saber? — Suspiró —

—No... Bueno, tengo que hacer un trabajo para una asignatura que hago sobre el Bulfinch... Ya sabes, el libro sobre mitos y héroes.

—Bueno, pues eso no debería costarte demasiado —contesta Josh—. ¿Ya has escogido un tema? ¿Para cuándo es?

—Ehm... no. Aún no tengo tema... — ______ evita la mirada de su hermano. Vale, sí que tiene un tema, y no uno que haya escogido ella. Pero ¿cómo puede decirle a su hermano que el profesor le ha pedido que escriba sobre el tema de la pérdida y la redención en la relación entre Deméter y Perséfone? No puede, simplemente no puede mirarle a los ojos y hablarle de la historia de otra niña sin madre—. No tengo que entregarlo hasta dentro de tres semanas, así que tengo tiempo de sobra para encontrar uno...

—¿Y qué tal la biblioteca? ¿Cómo ha ido hoy? ¿La señorita Hermoon es un poco más simpática contigo? ¿Quieres que hable con ella?

—¡No! Quiero decir, gracias, aunque no. Está bien, de verdad...
A ______ de pronto se le ocurre una idea. ¿No quiere saber Josh cómo le han ido las cosas en la biblioteca? Quizá debería hablarle del chico que ha conocido hoy, de Andy.
Se pregunta si cabe la posibilidad, la más remota posibilidad, de que su reacción ante esta noticia sea diferente al modo en que siempre le responde a sus recitales diarios sobre su vida en la escuela y en el trabajo. La responsabilidad de encargarse de su educación debe de ser nueva para él, pero esto... En fin... ______ recuerda un día, del año anterior, cuando fue a visitar a su hermano a una de sus clases. Uno de los estudiantes de doctorado, que no se había dado cuenta de que ella era alumna de instituto, le pidió para salir. A su padre no le había hecho ni pizca de gracia, pero Josh lo encontró divertidísimo.

—He... he conocido a alguien en la biblioteca que iba a tus clases el año pasado —le comenta ______ tanteando el terreno. Es como si le mandara un globo sonda, la idea está flotando en el aire. Quiere ver cómo se lo va a tomar. Le gustaría creer que, de algún modo, su hermano es capaz de relajarse cuando está con ella y que, quizá, sacar un tema con el que solía bromear antes, pueda ser la clave para conseguirlo.

—¿De veras? —pregunta Alice. Parece interesada y mira a ______ mientras intenta sin éxito que Nicole coma algo—. ¿Y cómo se llama?

—¿Chico o chica? —pregunta Josh al unísono.
La mira por encima de la montura de las gafas. Su tono de voz es cualquier cosa menos relajado.
¡Oh, no!
—Es un chico... Bueno, de hecho, se llama Andrew. Me ha parecido un nombre curioso. Y bonito, es un nombre bonito.

— ¿Andrew? —piensa Josh—, creo que recuerdo a Andy... Todavía estudia en el instituto, ¿no? Supongo que entonces está bien...
¡Oh, por Dios!

—Venía a mis clases a ganar méritos para la universidad — continúa Josh —. Es muy listo, y mucho más trabajador que muchos de mis estudiantes universitarios. Créeme, ojalá tuviera más como él. ¿Y qué se cuenta?-
Eso sí que ha sonado más al hermano que ella solía tener. A lo mejor sí que ha sido una buena idea, al fin y al cabo, si no fuera porque, mientras piensa esto, cada vez se siente con menos fuerzas para tener una conversación relajada. ¿Cómo puede contestar una pregunta tan inocente? ¿Qué puede decir? «Me ha preguntado por qué vivía contigo y le he contestado que había matado a mamá y papá.»

La chica de la sonrisa rota. [Andy Biersack y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora